31 oct 2007

Los 'detalles' de la democracia argentina*

Una vez que se silencien los sonidos del escrutinio, lento y discutido de este octubre de 2007 y se reflote el discurso políticamente correcto de la reforma política ¿vamos a seguir viendo cómo se ignora que las boletas argentinas para votar son un problema? ¿Seguirá recitando el discurso ‘experto’ que la reforma política debe tratar temas mas ‘importantes’ que la propia forma del voto? Si eso sucede, yo seguiré insistiendo: el diseño anacrónico del instrumento para votar en Argentina es un problema crucial। Y no estoy sola en esta cruzada, hay politólogos, políticos y dirigentes de Ongs muy prestigiosas que avalan la discusión.

Es cierto que hay una implosión de los partidos políticos, que hay una ‘democracia de candidatos’, que en semejante fragmentación nadie tiene muy claro en qué se diferencian Fulano y Mengano en las grandes líneas, que menos se sabe quien apoya a quien y desde cuando. Todo eso es cierto y es central encontrar caminos de reencauzamiento de una democracia con partidos sólidos y previsibles. Pero con un instrumento precario como la boleta que usamos, seguro que no tendremos una mejor democracia.

Los partidos políticos distrinuyen las boletas electorales en pocos lugares del mundo, a saber: Panamá, Uruguay y Colombia hasta 1991. En Argentina, sabemos que es una estrategia mas de campaña: se hace propaganda los días previos a la elección usando la boleta como un panfleto. Los votantes ‘hacen su elección’ fuera del cuarto oscuro con influencia de algunos dirigentes políticos. La investigación sobre clientelismo en Argentina en la que trabajo hace 8 años (con Susan Stokes y Marcelo Nazareno)me permite afirmarlo.

Los partidos tienen esa ventaja, la de la distribución de las boletas (y quizás inducir mediante dádivas o pequeños servicios a sus simpatizantes a votar de determinada manera), pero, seamos justos, no todo es rosas para ellos. Tienen además ciertos costos que debieran –creo yo- preocuparnos a todos.

Los partidos políticos, grandes y pequeños, deben disponer de recursos para imprimir las boletas, deben garantizar cierta cantidad de papeletas en los cuartos oscuros al comenzar la elección pero también – en lo que ya no es paradojal sino esquizofrénico- cuidar que nadie las retire del lugar de votación durante la elección.

La paradoja esquizoide está en la asignación de responsabilidades. La Justicia electoral deposita la responsabilidad del normal desenvolvimiento del comicio en los partidos políticos. Los partidos le piden ayuda a la Justica cuando ven que les roban sus votos.
Ergo: los ciudadanos no gozamos del derecho de elegir a (algunos) representantes. La Justicia nos mira a los ojos y nos dice: ´sólo tienen derecho de elegir a quienes tengan fiscales en cada mesa’

¿Puede uan democracia sostenerse en el número de (70 mil) fiscales por cada partido?

Hay algunos caminos posibles para estas disfunciones. En mi opinión el voto electrónico no es el mejor, ni el más usado en los países desarrollados ni el más seguro (no ignoramos que ningún sistema es seguro del todo y siempre)
Mas de un especialista ha señalado la necesidad de adoptar la boleta australiana o cédula única para la elección.

Se trata de una boleta del tamaño de una hoja oficio en donde se enlistan todos los candidatos con el mismo tamaño de letra, una foto o logo del partido y –como si fuera un examen de múltiple opción- el votante marca con una cruz el nombre del partido o candidato que le guste.
Si se trata de una elección a presidente hay una hoja o cédula. Si concurren elecciones a diputados hay otra cédula donde se listan los candidatos a diputados.

¿Qué solucionamos con ellas?

La Justicia administra el proceso, distribuye las cédulas. En un cuarto oscuro, la Justicia Federal debe imprimir y garantizar nada más que 450 o 250 (según el número de votantes de cada mesa) de esas papeletas.

No hay que cuidarse de ‘ladrones de boletas’. Ningún puntero o militante estará interesado en robarlas puesto que su candidato figura en la boleta.

Elegimos dentro del cuarto oscuro. Como no se distribuyen de antemano, proquye la Justicia manda las cédulas dentro de la urna el día de la elección, los ciudadanos solo pueden elegir en el cuarto oscuro.

No votamos ‘colgados’. Como se hace una marca para cada tipo de cargo (presidente en una cédula, diputado en otra cédula) la sumatoria-acople-colectora no existe mas, como por arte de magia. Hago dos ‘examenes de múltiple opción’ y elijo a cada candidato de hojas oficio diferentes.

Con el resultado del domingo 28 de octubre de 2007, quizás una reforma política que garantice estos cambios no parece una prioridad, pero quizás no conocemos la agenda definitiva. Algunos medios de comunicación, las ongs dedicadas a cuestiones de transparencia y democracia y lsoprofesionales de la ciencia política estamso llevando adelante un serio movimiento con el objetivo de que las elecciones del 2009 no nos pongan de tan mal humor.

La reforma política tiene que ser amplia, abarcar discusiones sustantivas como la transparencia, el mallaportionment, la implosión de los partidos políticos, las deficiencias de la Justicia electoral, pero no podemos perder de vista los detalles que son los que hacen llevadera (¿y feliz?) la vida cotidiana.

*valeria brusco

24 oct 2007

SUMATORIAS O COLECTORAS. ¿QUE OPINAN LOS EXPERTOS?






Por Valeria Brusco

Con motivo de realizarse una Jornada sobre Reforma Política y Electoral en Córdoba el pasado 18 de octubre, la politóloga Valeria Brusco, una de las convocantes a la jornada, hizo circular una encuesta entre académicos e invitados a la jornada. El objetivo de la encuesta era conocer las opiniones de expertos del mundo académico y político sobre puntos cruciales de una eventual reforma.

Estos expertos fueron, a su vez, recomendando a otros y en lo que se llama el mecanismo de ‘la bola de nieve’ para seleccionar respondientes, en menos de un mes se recibieron 31 respuestas. Entre otros Ana María Mustapic, (Di Tella); Andrés Malamud (Univ Lisboa); Andrés Pérez Liñán (Univ Católica de Chile); Antonio Cicioni (CIPPEC); Carlos March (AVINA), Cecilia Mathieu (Jueza electoral municipal Cba); Eduardo Capdevila (UCR. Ex legislador, Ministro de gobierno de Eduardo Angeloz); German Lodola (Univ Pittsburgh);Gonzalo Fernández,(CEA-UNC);Gustavo Blutman (UBA); Horacio Cao (UNSam, UBA); Hugo Seleme (UNC) Ignacio Liendo (Univ Siglo 21) Juan Abal Medina (Subsecretario de la gestión Pública) Juan Arato (abogado) Julieta Suarez Cao (Univ Northwestern)Laura Sesma (Dip Nac Part socialista) Laura Trucco (UdeSA)Lucas Lazaro ( Siglo 21) Marcela Gonzalez (UCC); Marcelo Leiras (UdeSA);Marcelo Nazareno (UCC, UNC);Marcelo Panero (UNVM) Marcos Novaro (Conicet) María Ines Tula (CIPPEC)Mariana Caminotti (UNSaM);Mario Navarro (UNSaM) ; Mario Riorda (UCC);Martin D' Alessandro ( UdeSA)Miguel De Luca.(UBA) y Pablo Riberi ( UCC)


De los 31 encuestados solo dos dijeron que la sumatoria debe seguir en vigencia, aunque no dieron las razones de ello.
Entre las enfáticas negativas a mantener el mecanismo- el 71% de los encuestados- Lodola señala que ‘Es un mecanismo que potencia la fragmentación política y la oferta electoral de cargos menores, desalienta la formación de frentes electorales mas “programáticos”, facilita el surgimiento de “agencias” (no de partidos) políticas, y tiende a aumentar las ventajas del partido en el poder al “abaratar” el intercambio de apoyos.’ Suarez Cao dice ‘No habría que generar más incentivos institucionales para que los partidos se sigan “astillando.” Que un partido presente sus candidatos elegidos en internas (si hay facciones en juego) sería un incentivo positivo para fortalecer a las organizaciones’ Trucco sostuvo que ‘El acople repercute en la identidad de los partidos políticos, y esto agrava la sensación de falta de opciones y la desinstitucionalización. Si todos comparten listas con todos se desdibuja la oposición y se agrandan los costos de entrada para los partidos nuevos, por lo que se daña la competencia’ y finalmente Nazareno sostuvo que ‘Genera una enorme proliferación de diferentes candidaturas y con ello una gran confusión en los votantes. Por otro lado, deteriora la disciplina de los legisladores y hace mas difícil la relación del ejecutivo con su “propia” bancada que termina siendo una mezcla de facciones autónomas y muchas veces sin coincidencia programática y/o ideológica alguna. Si hay voluntad de unir fuerzas, que se haga a través de alianzas o frentes formales que incluyan todas las candidaturas’


Un 12% dijeron que ‘en algunos casos’convendría mantener en vigencia las sumatorias o acoples. Abal Medina, quien sostuvo que es necesario -aunque ‘no ahora-’modificar el diseño y la administración de las boletas, al referirse a la sumatoria respondió que la modificación ‘dependerá de cual sea el modelo de boleta que se establezca’ y con ello no defendió el sistema de sumatoria ni lo criticó. Gonzalo Fernández, de la UNCórdoba y ex dirigente de la Democracia Cristiana, sostiene que ‘La ley puede exigir que los partidos que coincidan en determinados candidatos constituyan una “alianza transitoria” como le llama la ley de partidos políticos, pese a que algunos partidos se quejarán de que al elegir un nombre de fantasía pierden identidad. Pero la alianza no tiene solución posible cuando varios partidos coinciden sólo en determinadas categorías de candidatos. Es totalmente legítimo que partidos menores prefieran no llevar candidatos a cargos ejecutivos porque la gente tiende a optar por los que tienen chances. En esos casos, boleta deberá contener una parte que se repetirá y otra que no lo será, y eso no tiene solución, salvo cambiar la forma de la boleta. No es lo mismo la sumatoria de Unión por Córdoba (todas las candidaturas idénticas) que la de Juez (algunos partidos tenían legítimo interés de llevar candidatos propios a la Legislatura, y en todo caso será problema del candidato permitírselos debilitando después la disciplina de su bloque). Pero la situación se suma por la facilidad con que se están constituyendo partidos “muletos”. Estos partidos vecinales en los municipios del Gran Buenos Aires (Frente para la Victoria 1, Frente para la Victoria 2, etc.,) son la muestra cabal del poco cuidado de la justicia electoral en otorgar personerías’.

Andrés Pérez Liñán, de la Univ Católica de Chile, sostiene que ‘algunas posturas críticas sobre la sumatoria parecen asumir que los electores seleccionan la boleta en el cuarto oscuro en forma aleatoria. En tal caso, tendría sentido argumentar que la multiplicación de listas que apoyan a una misma fórmula puede incrementar sus probabilidades de éxito. Sin embargo, este supuesto parece poco realista; resulta más creíble pensar que ciertas listas apoyan a una fórmula común porque quieren aprovechar su arrastre (coattails). En este caso, tendría sentido eliminar la sumatoria solamente si el objetivo es reducir el número de listas y favorecer a los partidos nacionales (o mejor dicho, al grupo local más fuerte y en mejor capacidad para negociar con los candidatos nacionales). Pero si el objetivo es defender la pluralidad de listas a nivel local, la sumatoria parece un mecanismo bastante eficiente’.


La propuesta es abandonar la boleta de diseño decimonónico (que solo usan en Uruguay, Panamá y Colombia hasta 1991) por la cédula única o ‘boleta australiana’el problema de la sumatoria se acaba. La cédula de candidato a presidente por ejemplo, tiene las fotos y nombres de todos los candidatos/as; otra cédula, la de diputados, etc. El votante no los votará por arrastre del candidato ejecutivo, deberá hacer un acto de marcar la lista del partido o alianza de “su” elección.

Yo quiero votar, ¿y usted?


por Valeria Brusco


En la calle veo carteles que anuncian a los primeros candidatos a diputados nacionales pero no sé quienes son los segundos/as, terceros, etc. Y cuando veo un nombre que no reconozco, no puedo entender con cual de los candidatos a presidente suma. ¿Es una cuestión del sistema o es un problema de información mío?

Como me dedico a investigar cuestiones políticas y me interesa mucho el tema de partidos políticos, me pongo a averiguar. Pregunto, leo, busco en medios de comunicación que se comprometen con la difusión de información, pero…sigo sin dar con lo que busco. Yo quiero votar (bien) ¿y usted?

Voy a una página del Ministerio del Interior (http://www.mininterior.gov.ar/) y a otra de la Justicia federal electoral (http://www.pjn.gov.ar/getobj.php?id=25666) y allí aprendo quienes son todos los candidatos por partido, sus números de lista y qué alianzas hay entre algunos de esos partidos. Sin embargo, no puedo saber qué candidatos van colgados, sumados o acoplados con los candidatos a presidente.

Debo hacer una confesión: el 2 de setiembre yo sabía muy bien a quienes votaría para autoridades provinciales y municipales de Córdoba y puede decirse que siendo universitaria, dedicándome a la ciencia política era una votante ‘informada’. Pues, aquí mi confesión: llegué al cuarto oscuro y no pude ubicar la boleta, tanto que pedí a los fiscales y presidente que verificaran. Un papelón cuando me dijeron que estaban todas. Claro, la mía estaba en una pila de boletas dobladas, no se veían todos los tramos. Aún así, fue un momento de mucha incertidumbre y tensión para no votar equivocadamente respecto a mi decisión. ¿Estoy errada suponiendo que a muchos nos pasará lo mismo el 28 de octubre?

La cuestión de la sumatoria fue uno de los temas ampliamente tratados el pasado 18 de octubre pasado en una jornada sobre Reforma Política y Electoral auspiciada por este diario y otras prestigiosas instituciones.

Sin embargo hoy, a pocos días de la elección nacional, no discuto el mecanismo para esta elección, sino solo pregunto: ¿Quién debiera publicar las listas de sumatorias? ¿No debería el estado – su justicia electoral federal- mostrarnos las opciones que ha permitido sumar? ¿No les interesa hacerlo o será un problema de recursos? ¿No dispone la justicia federal de medios para publicar las listas que se oficializan y las sumatorias permitidas?¿Es sensato permitir publicidad y cartelería con muchos nombres, con diversas caras y tantas combinaciones sin que se comuniquen las vinculaciones entre esas caras de candidatos a diputados/as y las caras que los ‘arrastran’, es decir, la de los candidatos presidenciales?¿No habrá llegado la hora de admitir que el diseño anacrónico de la boleta, -que dificultades que la cédula única o boleta australiana evita- mas la sumatoria son una combinación perfecta para el delirio?

No sólo vamos a ir a votar con las posibilidades de mayorías y balotaje en la cabeza. También vamos a ir a votar representantes para el congreso de la Nación y ¿cómo lo haremos si no sabemos de antemano quiénes integran –no ya las listas- las benditas sumatorias?

Quizás la Justicia Electoral Federal espera unos días más –aunque hoy faltan 6 días solamente- y es procedimiento normal que no comuniquen lo que yo busco. También puede ser que la implosión del sistema de partidos no haya hecho suficiente ruido a nivel federal y estemos esperando un escrutinio lento y problemático para discutir mejores mecanismos para de votar.

2 oct 2007

Jornada sobre Reforma Político- Electoral (Primera Parte)


Desde el CEPyS y la Universidad Católica de Córdoba y con el compromiso de La Voz del Interior, Alejandro Groppo y Valeria Brusco organizan una jornada para conocer, debatir y articular la discusión sobre reforma política en Córdoba.
Las elecciones del 2 de setiembre del 2007 en Córdoba quizás hayan servido (...) para generar un consenso sobre lo que no anda bien y necesita ser modificado। Es un momento de inusuales características , una
'ventana de oportunidad' como diría cierta literatura de la ciencia política.

La reforma política es necesaria, y quizás nadie pueda negarlo públicamente. Sin embargo, hay una cosa que no se puede hacer al afirmar su necesidad y es ser ingenuo. Hay que tener el claro quienes son los beneficiados con el status quo. Entonces, antes de establecer un temario de reformas necesarias a nivel subnacional conviene tener presente la relación Nación-provincias.

Los subsidios nacionales al transporte, por mencionar un sector, benefician desproporcionadamente a empresas en la ciudad de Buenos Aires, el presupuesto se estima con menos superávit que el que la economía en crecimiento produce, los poderes discrecionales disponen el gasto y las retenciones no se coparticipan. El resultado de esta suma es una resta. El gobierno nacional tiene poder -por decirlo de manera elegante- para influir en la vida política de las provincias.

Siendo lo anterior cierto, no es inútil seguir insistiendo en que algo puede hacerse. Por lo menos hablar, decir, poner en evidencia, explicitar. La cura de la palabra.

Con esa intención se organiza la primera parte de unas Jornadas sobre Reforma Política y Electoral en Córdoba, con el auspicioso auspicio de La Voz del Interior, todas las universidades de Córdoba y las ongs, es decir, los que estamos preocupados por la cosa pública. El jueves 18 de octubre en el auditorio Diego de Torres, Trejo 323, académicos, ongs y políticos se sentarán en la misma mesa a discutir la necesidad y viabilidad de reformas en relación al balotaje, la sumatoria, el diseño y administración de boletas, el ‘alquiler’ de etiquetas partidarias, el cumplimiento de promesas, las fechas fijas de elecciones y la participación ciudadana como votantes y autoridades de mesa. La segunda parte de esta Jornada, que involucrará las otras provincias y su relación con la nación de manera explícita, tendrá lugar en Noviembre, pasadas las elecciones presidenciales. Hay muchos intereses en juego en esta discusión. Un poco más de 38 millones.


Junto con la Jornada, estamos haciendo circular una encuesta a expertos y políticos que servirá para conocer el estado de opinión de especialistas sobre el tema. Solicitar se le envíe a valeriabrusco@ciudad.com.ar

La reunión será el 18 de octubre 2007, de 9 a 18hs, y el programa está siendo elaborado en versión definitiva. Sin embargo, los puntos del temario, son, al menos, los que siguen

Temario

1. Segunda Vuelta electoral (Balotaje). Ventajas y costos
2. Boleta sábana. Boleta australiana. Diseño, impresión y distribución
3. Sumatoria, acople, colectoras, etc. Fundamentación, legitimidad, necesidades.
4. Responsabilidades del elegido /a para un Cargo público. Asumir o no asumir
5. Candidaturas por fuera de partidos y/ o ‘alquiler’ de etiquetas partidarias.
6. Elecciones y Veedurías. Mitos y garantías
7. Cumplimiento de promesas/ plataforma. ¿Hay maneras de exigir cumplimiento?
8. Mayorías automáticas en la Legislatura. La gobernabilidad o el anquilosamiento del legislativo
9. Uso de los recursos públicos al final del mandato. ¿limitar la ampliación de la planta de personal cuando ya hay gobernante electo?
10. Fechas de elecciones. Certidumbre, planificación, seriedad.
11. Participación ciudadana como votantes y como autoridades de mesa en elecciones generales. Mecanismos de capacitación y de control del deber cívico
12. Otro punto (que pueda ser sugerido por participantes en la encuesta previa)