29 oct 2009

Lagartijas, voto electrónico y partidos fragmentados. ¿Como sería en Córdoba?

La propuesta que el peronismo está circulando, tanto desde el sector delasotista, y en la persona de Alessandri, como cuanto del kirchnerismo de la mano de Zanini y que ayer fuera presnetada, hablan claro de la persistente dificultad de un partido para funcionar como tal.

La fragmentación que se viene produciendo en la organización partidaria, y que se vio crudamente reflejada en 2003 cuando Servini de Cubría autorizó a los tres candidatos ( Rodríguez Saa, Menem y Kirchner) a ser candidatos presidenciales no se detiene. Sin embargo, y como tantos cientistas políticos advierten sobre la naturaleza del partido político de agrupar preferencias similares, en el PJ parecen estar reaccionando a los costos altísimos que traen las divisiones.

La reforma institucional que se plantea es una reacción esperable ante las conflictivas situaciones partidarias, no solo del peronismo, y también ante el descreimiento que gran parte de las bases tienen de sus dirigentes cuando el modo de seleccionarlos es opaco.

Por el lado de la participación y el debate, elegir los candidatos a gobernador en internas es bienvenida iniciativa. Ahora corresponde compartir la idea, discutir alcances y sobre todo la letra chica.

Una conocida estrategia para lograr resultados convenientes es lo que en inglés se llama ‘gerrymandering’, cuyo nombre refiere a un juego de palabras entre el nombre de un gobernador de Massachussets y la forma irregular de los distritos - similares al dibujo de una lagartija- que él diseñó. La maniobra consiste en dibujar distritos convenientes al líder fuerte y posible ganador de esa zona. Si se trata de un líder con seguidores entre los productores de leche y soja, digamos como ejemplo, el distrito o zona ( se habla de 5 zonas en Córdoba) reflejará esos votantes y pasará de largo en las zonas industriales, para seguir con el ejemplo. A nivel nacional, los distritos serán las provincias, es decir, 24 votos para decidir los candidatos a la presidencia. Un proceso que requiere buena dosis de discusión para que no nos gane la improvisación.

La otra cuestión a considerar es la insistencia con el voto electrónico. En las democracias más consolidadas no sólo no se adopta, sino retrocede en su implementación. En Holanda, por ejemplo, se acaba de interrumpir un proceso de 10 años que llevaba a la implementación del voto electrónico, luego de que un grupo de ciudadanos contrarios a este sistema demostró que las máquinas eran susceptibles al hackeo, a la vez que podía violarse la privacidad del voto. Alemania ha suspendido el sistema igualmente, con un fundamentado e interesante –además de disponible traducido al español en www.joseperezcorti.com.ar- desde su Corte Constitucional.

Brasil e India son casos que han optado por este sistema debido a un sistema electoral con características complejas, como las listas abiertas; esto dicho en accesible es que los votantes no eligen una lista ‘cerrada’ o bloqueada de diputados, sino que debe hacer una marca dentro de la lista del Partido de los Trabajadores, por ejemplo, al lado del nombre del diputado que más le gusta para ubicarlo en un mejor lugar y de esta manera, le dice a su Partido “me gusta más el candidato Nº 6 que la candidata Nº 1”.

Esto que suena muy interesante a primera vista, es complicado en términos prácticos pero aún más en términos políticos. ¿Por qué? En un sistema de lista abierta o des-bloqueada el diputado ubicado en el lugar Nº 6 hace su campaña y trata de conseguir sus propios votos, lo que acentúa aún más la fragmentación partidaria en esta competencia de un “todos contra todos”.

Igualmente, y dejando de lado esta cuestión sustantiva, la viabilidad práctica es también complicada. Siguiendo con el ejemplo, lo que sucedía en Brasil era que el candidato a diputado 6, y el 1 y todos los demás, ponían sus fiscales ‘personales’ además de los partidarios y se hacía muy difícil controlar(se). Esa fue una de las razones por las que Brasil, un país con la magnitud de población y las listas abiertas, adoptó el voto electrónico.


¿Quién decidiría ante una eventual diferencia de resultados entre el soporte papel y el electrónico? ¿Valen los votos registrados electrónicamente (centralizadamente) o los papeles impresos? Año a año comprobamos la tendencia a los cuasi empates en las elecciones. Se pelea voto a voto y se hace necesario anticipar y reglamentar la situación.
Funcionarios judiciales especializados en la temática admiten que la reglamentación no prevé una solución en caso de controversia.

Los dibujos de zonas con forma de animalitos rápidos, ( e inofensivos?) en combinación con rápidos y centralizados sistemas de voto electrónico podrían aparejar consecuencias no deseables en términos de transparencia, y representatividad.

Hablemos de esto abiertamente, que hasta la oposición reconoce el avance que las discusiones sobre la 125 y la ley de SCA trajeron en términos de debate público de posiciones, ideas y consecuencias para todos los ciudadanos. Una democracia que discute, que argumenta, es un sistema vivo y como tal, puede crecer, perfeccionarse.

sábanas:¿ listas o boletas?

La lista sábana implica el modo de agrupar en un papel una lista larga (y grande como una sábana) de candidatos a cargos legislativos que pueden ser diputados nacionales, provinciales o concejales. Uno no puede modificar el orden , si Fulano está primero pero a mi me gusta mucho mas Mengana que está octava, no puedo mas que votar el bloque, la lista está ‘cerrada’ y no permite cambios. Para ello hay proyectos e incluso hay una ley que no está reglamentada aún sobre preferencias. ( El sistema de preferencia permitiría cambiar el orden de los que figuran en la lista, algo que tampoco es neutro como mecanismo: en Brasil las listas son abiertas y se generan campañas internas, en las que los candidatos de un mismo partido compiten entre ellos por obtener un mejor caudal de votos y por lo tanto un mejor lugar en la lista)

Pero la discusión mas relevante de la lista sábana es la que plantea que 'no se conoce a quien se vota', que ‘se esconden personajes oscuros, que decide el partido, que resultan elegidos porque no hay mas remedio', etc. La alternativa a esta situación el sistema llamado uninominal (es decir, un nombre) en el que se vota por un solo candidato a legislador en cada distrito y así se conforma la cámara o el parlamento de que se trate. Imaginemos: para que Córdoba tuviera sus nueve diputados en el congreso de la nación, la provincia debería haber sido dividida en distritos o secciones según cantidad de población y cada distrito elegiría un diputado. Votaríamos en el distrito capital por el candidato A de un partido, o por el candidato B o por el C. De este modo, el candidato que ganara por la Capital,- supongamos A- eliminaría la posibilidad de entrar al que salió segundo y se integraría a la cámara de diputados con el ganador de otros distritos. Este es el sistema vigente en EEUU, y se llama de representación mayoritaria: porque se representa a los que votaron el partido que ganó por mayoría. El que gana se lleva todo, the winner takes all. Los que votaron minorías, no ingresan en la cámara, no son representados ( de ahí que sólo haya republicanos y demócratas)

Las democracias del mundo eligen entre un sistema proporcional o uninominal. ¿Qué importancia tiene esto?

La proporcionalidad significa que la lista que mas votos obtiene gana mas bancas, pero la que sale segunda, la primera minoría, también accede a un número de bancas. Así, las voces de los que perdieron también están representadas.

Por lo tanto, decir que queremos reformar las listas sábanas porque no nos gusta votar una lista de gente desconocida es decir que queremos pasar al sistema uninominal y que aceptamos que quien gane se llevará todo. Cuando nos toque estar ente los simpatizantes de las minorías, entenderemos las consecuencias negativas en cuanto representatividad que tiene un sistema uninominal.

Por otro lado, la boleta sábana remite a la forma del papel que usamos para ir a votar: un chorizo de papel donde se despliegan candidatos a ejecutivo y legislativo de distintas jurisdicciones (recordemos que el 2 de septiembre de 2007 la boleta tenía 6 partes). Es una sábana en el sentido que están cosidos en una ancha superficie todos los candidatos, y que si queremos combinar un candidato a presidente del partido A con diputados del partido B tenemos que cortar la sábana, la boleta.

La boleta única o australiana desarma las ataduras entre candidatos para distintos cargos, y no se genera una modificación en el sistema de representación, que sigue manteniéndose proporcional.
La adopción de la boleta única en reemplazo de la boleta sábana garantiza, por lo tanto, un voto independiente para cada candidato/ partido de parte de cada ciudadano.
Es menester diferenciar los términos para considerar cuales son las implicancias de las reformas para nuestra democracia.

25 ago 2009

Las humedades en los edificios institucionales

¿Quién diseñó el sistema de sumatorias que abrumó de tareas a los presidentes de mesa? Ahora, el tema está otra vez en la escena de la discusión pública. Por Valeria Brusco.



Como los arquitectos, cuya responsabilidad por las humedades de la casa que construyeron dura 10 años, los artífices de estructuras institucionales en Córdoba parecen estar acercándose al fin de la década con reclamos, pero contra ellos mismos.

Hace 10 años, uno de los principales arquitectos constitucionales construía edificios que parecen hoy mostrar las fallas de origen. El carácter paradójico de la situación es que ese arquitecto está viéndose perjudicado por las deficiencias de sus propias obras.

Durante estos 10 años, la etiqueta PJ se diluyó toda vez que se utilizaron sumatorias, alianzas y demás. Esas sumatorias permitieron que distintas agrupaciones; sin importar sus programas, doctrinas o principios fundantes fueran una cooperativa de movilización electoral. Múltiples boletas sumadas para mejor cosecha.

Esas lábiles uniones, sumatoriadas, probaron sus limitaciones. Si no hay partido, no hay disciplina ni lealtades ni consecuencias previsibles en la acción y devienen rápidamente las fragmentaciones.

Ello por el lado de la organización partidaria. Ni hablar del votante y la necesidad de operaciones algebraicas a la hora de votar, ya que se dificulta decidir quién representa qué ideas. Prueba de ello fueron, en las últimas elecciones, las apelaciones al “ser peronista” que debieron hacer los tres candidatos a senadores nacionales por distintos frentes, todos originarios del partido de la justicia social. Para uno, era Huguito, el del barrio, para otros era el peronista más cordobés de “lo que es de Córdoba”´ y para otro era el modelo puntano. (Cabe aclarar que la sumatoria no sólo fue una estrategia empleada por Unión por Córdoba)

Ahora, a posteriori de una Ley de Reforma Política –producto del trabajo de una comisión que gastó 187 mil pesos y que indicaba que las sumatorias no eran recomendables–, el apoderado del PJ Domingo Carbonetti sostiene que el sistema que sí se volvió a aplicar en junio de 2009, no funcionó bien. Se sostiene que es evidente que por error de los presidentes de 109 mesas no se consignaron los votos de Eduardo Mondino en el renglón de Unión por Córdoba, sino en el lugar que ocupaba la etiqueta PJ.

La realidad más allá. Pero, a veces parece que la realidad fuera más allá de ella misma: ¿Quién exprimió y aprovechó el sistema de sumatorias, según el cual los presidentes de mesa debían encargarse de cuidar votos, cortar boletas de siete partidos diferentes, apilarlas de un lado para senadores, de otro para diputados y consignarlas en los renglones correspondientes, todo ello sin confundirse?

¿Puede quejarse el arquitecto de que el albañil hizo una pared torcida si le pidió además que tendiera los cables de electricidad, pintara las chapas del techo y mientras tanto, recibiera el camión con materiales?

Celebro que estas disputas se hagan públicas porque nos permiten evaluar las opiniones "políticamente correctas" sobre la reforma tan a menudo enunciada en contraste con la realidad descarnada de los votos que no alcanzan. Y cuando esos votos no le alcanzan al que va con el caballo del comisario, hay mayor repercusión y, esperemos, mejor ventana de oportunidad para incidir en verdaderas reformas.

© La Voz del Interior

13 jul 2009

Nueva movida: casillas de votación y Boleta Unica. ¡Contra el (negocio del) voto electrónico!

ASÍ SE VERÍA UNA MESA DE VOTACION EN EL 2011, CON DOS PEQUEÑOS BIOMBOS DE CARTON A LOS COSTADOS Y UNA URNA PARA DEPOSITAR LA BOLETA UNICA DE CADA ELECTOR/A
http://www.revistacapital.com.ec/wp-content/uploads/2009/06/dibujo155.jpg

Observación Electoral del 28 de Junio 2009
¿ Tiempos de Reforma Política en Argentina?

1. ¿ De qué se trató?
Quienes hemos votado, una o más veces, tenemos historias, impresiones, aprendizajes, críticas y preguntas. Pero no siempre hemos podido leer el conjunto de las impresiones de los demás. En un ejercicio que hicimos desde la Facultad de Ciencia Política y RRII de la UCC se indagó en las prácticas ciudadanas del día de elecciones con la finalidad de preguntarnos colectivamente, aprender, y sugerir posibles reformas. Con ocasión de esta práctica de Observación Electoral nos ubicamos en la mesa electoral correspondiente según la muestra elaborada, y registramos datos sobre distintos indicadores.

2. ¿Cómo se hizo?

La primera parte del ejercicio consistió entonces, en observar la mesa, sus votantes y posteriormente, el momento de escrutar los votos. Miramos detalles aparentemente irrelevantes, como la disponibilidad de tijeras en la mesa para el corte de boleta, presencia de cartelería, dinámica de funcionamiento de las escuelas, etc. También preguntamos a los presidentes de mesa cómo habían sido designados, si eran los suplentes o si eran los primeros ciudadanos en presentarse. Observamos a los votantes, el tiempo que tomaban, si pedían tijeras, si tenían problemas en el cuarto oscuro, etc. Al finalizar la jornada, ingresamos en los cuartos donde se realizaba el escrutinio y registramos el modo de anotar, las dificultades que presentaba el conteo, y la relación de las autoridades de mesa entre sí y con los demás actores, empleados del Correo, fuerzas de seguridad, fiscales, etc.

La segunda parte del ejercicio consistió en una entrevista a los votantes, que se realizó a la salida de la escuela, y con autorización escrita de la Junta Electoral de Córdoba. Se les preguntaba por las consecuencias de no ir a votar, si conocían de gente que fuera sancionada por no votar, y se les preguntaba también si habían optado por un candidato que fuera en sumatoria. También se les preguntaba cómo decidían , si de acuerdo con la trayectoria del candidato, las propuestas al futuro, el partido, etc. Y si traían la boleta de su casa o la escogían entre las que estaban en el cuarto oscuro.
Aunque los resultados están siendo procesados, a continuación se ofrece un adelanto de algunos datos descriptivos.

3. ¿Quienes salieron en Córdoba Capital a observar?
El equipo de observadores de la ciudad de Córdoba se conformó con los siguientes estudiantes y egresados de la carrera de Ciencia Política y RRII:
Pablo Soffietti, Licenciado
Valeria Maurizi, Licenciada
Maria Luz Morello, estudiante
Valentina Panzone, estudiante
Sofia Pekarek, estudiante
Jabes Zanetti, estudiante
Flavia Theaux, estudiante
Mercedes Ramirez, estudiante
Consuelo Escribano, estudiante
Yasmin de Souza, estudiante
Valeria Brusco, profesora

4. Conclusiones preliminares

• Las situaciones de alta competitividad y resultados casi empatados que venimos observando en elecciones provinciales y ahora nacionales, nos llevan a considerar algunas posibles reformas, para hacer mas transparentes y eficientes mecanismos para la elección de representantes. Adecuar los procedimientos resulta imprescindible en contextos de alta competitividad, cuando la diferencia entre el primero y el segundo en cantidad de votos es tan escasa. Esta situación de cuasi empates es provechosa, al menos en un sentido: permite que se introduzcan reformas equilibradas, que no definen ganadores absolutos. Una interesante combinación consiste en Boleta única + Casillas de votación+ Autoridades electorales por colegio


Las casillas de votación reemplazarían a los tradicionales cuartos oscuros, que pueden adoptar las mas variadas formas, con cortinas al estilo de las cabinas para sacar fotos carné, como usan en España, y EEUU pero también pueden ser mas simples, como en Perú, donde sobre mesas o escritorios se apoya una especie de biombo de cartón que impide que se vea qué marca hace el elector que usa la boleta única cuando pone una cruz en el partido A, o B. El presidente de mesa puede controlar más de una casilla a la vez. La votación es más ágil porque hay mas gente votando al mismo tiempo.


Con respecto al último punto, es de esperar que Córdoba sirva de ejemplo en las elecciones federales, sobre el Fiscal Público por Escuela. En la nueva ley (ley 9571, Código electoral provincial 2008) se instauran los fiscales públicos y se dice que derán ser profesionales de la abogacía, la ciencia política y de las ciencias económicas.


También se plantea la importancia de la autoridad pública por escuela. En este sentido, es de esperar que Córdoba sirva de ejemplo en las elecciones federales, ya que desde 2008 y por la mencionada ley que instaura la boleta única, se contará con la figura de Fiscal Público por escuela. En la nueva ley (ley 9571, Código Electoral Provincial 2008) se establece que los mismos serán abogados, profesionales de la ciencia política y de las ciencias económicas.


EN LA CAMPAÑA DE DIFUSION DE LOS PELIGROS DEL VOTO ELECTRONICO, ESTAMOS CON LA GENTE DE VIA LIBRE, EXPERTOS EN SISTEMAS INFORMÁTICOS Y AMIGOS DEL SOFTWARE LIBRE. PUEDEN CONSULTAR INTERESANTISIMOS DATOS EN
http://artepolitica.com/articulos/el-voto-electronico-es-lo-peor-que-le-puede-pasar-a-la-democracia/

22 jun 2009

izquierdas, conservadores, intervencionistas, liberales y derechas. Una sistematización hecha por LA VOZ DEL INTERIOR, diario de Córdoba, Argentina


Indicadores claves para orientar a votante inquietos


Entre 'Coherencia y seriedad por Córdoba', 'No robarás', 'Para Córdoba lo que es de Córdoba' y ‘ Experiencia y nuevas ideas' no me era posible valorar las diferencias, las ideas y por lo tanto no podía contestar a las preguntas que surgen cuando se trata de pensar en las consecuencias de la elección de representantes ¿Qué harán por las mujeres, sabrán qué implica el derecho al aborto? ¿cuáles son sus ideas sobre la religión, la moral y el estado?¿Imaginan un modelo de familia nuclear con padre-madre?¿En qué consiste para ellos la violencia hacia las mujeres, una cuestión de puertas para adentro? ¿ cuál es el lugar que tienen los derechos individuales de las personas, mas allá de su opción sexual? Y en otro terreno, ¿están al tanto de la conveniencia de ciertos cultivos por sobre otros? Un simple cuadro de doble entrada sistematiza material de años sin discusiones. Estas semanas, los votantes hemos tenido gracias a la producción de algunos medios de prensa como La Voz del Interior, específicamente en la nota de la periodista Laura Leonelli Morey del 19 de junio, la posibilidad de reconstruir estas posiciones ideológicas a partir de las preguntas por temas concretos. Porque si bien no sabemos qué es actualmente ser PJ o ser Radical o ser de un Frente Cívico podemos saber qué piensan sus candidatos en caso de darse una discusión sobre los temas que hacen a la regulación de la vida en sociedad.


Estas preguntas son valiosísimas y por supuesto han estado al margen de los debates en Argentina por cuestiones del todo obvias: son consideradas peligrosas cuando el objetivo de los 'catch-all parties' o partidos atrapa todo es atraer a todos los votantes o mejor dicho a cualquier votante, que es en definitiva el 'votante medio'. No existe un votante así, pero se construye la idea de preferencias intermedias , de centro, donde los votantes convergen. Imagínese Ud a un político de derecha, un conservador en lo social, que lucha en contra del aborto, que habla de las bondades del celibato como medio de prevención del contagio del HIV intentando convencer a un votante ubicado en las antípodas, que prefiere que se legalice el consumo de drogas y que luego de divorciarse, convive con su pareja. Mucho trabajo. Mejor estrategia: hablar difusamente de 'lo hago por Córdoba' y listo.

En política el eje derecha izquierda se arma en base a dimensiones como la social ( ya mencionada) y se define como 'liberal' a quien apoya el dictado de las leyes de divorcio, aborto, matrimonios entre homosexuales, etc. Por definición, un conservador, apoyaría lo opuesto. En Argentina se ha mezclado la idea de liberal en lo social con la idea de neoliberal en lo económico. En esta dimensión, la económica, un liberal en el siglo 19 prefería la libertad de mercado en contraposición con el intervencionismo estatal. Ya en el siglo 20, el economista Keynes modificó este cuadro cuando propuso que la intervención del estado evitaría el giro hacia el socialismo que avanzaba en Europa. Entonces, desde el siglo 20 tenemos liberales vs. intervencionistas/ socialistas.

En América Latina, los militares impusieron otras coordenadas. Fueron liberales en la economía ( dejando sin intervención sectores débiles y permitiendo la expansión de los sectores poderosos) y conservadores, por decir un término elegante que no hace justicia con la sangre derramada, para conservar esas ideas de familia, patria y propiedad. Es decir, ejercieron políticas agresivas contra los homosexuales, se opusieron al divorcio, por supuesto al aborto y a todo lo que fuera distinto, llamárase judío, gitano, mujer, pobre, hippie o pelilargo. El conservador ( o la conservadora) es una heladera: busca que las cosas que hay dentro se mantengan, que no se 'pudran'.

Para continuar con el repaso, el gobierno de Alfonsín no avanzó tanto como se esperaba de una fuerza de centro izquierda ( liberal en lo social e intervencionista en lo económico) y sin embargo contamos con las leyes de patria potestad compartida, divorcio, etc. además de las acciones de justicia contra los dictadores. También hubo ( aunque no siempre efectivas) medidas de intervención en la economía.

Durante el gobierno de Menem, se volvió sobre la combinación de la dictadura: liberalismo en lo económico y conservadurismo en lo social. La discusión del aborto sin ni siquiera empezar, se saldó cuando la reforma de la Constitución a favor del 'por nacer'. La Iglesia Católica se oponía a la distribución de preservativos en la calles y el menemismo no discutió con un actor tan poderoso. Es mas larga la lista de las maravillas conservadoras de este gobierno, pero para muestra...

El período de De la Rúa no avanzó mas allá. Ni en lo económico ni en lo social, a pesar y con el pesar de muchas promesas e ilusiones comprometidas.

El período iniciado por Kirchner da para ubicarlo en el otro cuadrante en lo social y en lo económico. Leyes que vuelven sobre el status quo en cuestiones de ddhh., que garantizan la defensa de los/as discriminados por razones de etnia, sexo, condición social, etc. junto con intervenciones en la economía, (AFJP, retenciones, etc.) hablan de posiciones liberales en lo social e intervencionistas en lo económico.

Recapitulando, y si una candidata o candidato propone leyes y políticas liberales en lo social e intervencionistas en lo económico, se trata de candidatos 'progresistas'. Por otra parte, a los candidatos/candidatas que prefieren la combinación de conservadurismo social mas liberalismo en lo económico ( al estilo Thatcher, Reagan, Bush en el mundo y Menem y los militares en Argentina) se los podría ubicar en el cuadrante conservador.

Todas estas -exageradas por lo simples- categorizaciones se complican al tratar de encuadrar a algunos candidatos de partidos de masas en argentina ( la UCR y el PJ) que buscaron no quedar ubicados en ese continuum sino mas bien 'superarlo' con el 'tercer movimiento histórico' o 'la tercera posición'.


Ahora leo los carteles de campaña con mas información. Y esto gracias a una iniciativa de la prensa que ofrece elementos para el debate público en forma de datos concretos.

11 jun 2009

Tomado de : http://argentinaelections.com/2009/06/ostiguy.php



Ostiguy: "No se entiende Argentina en términos de partidos"

El Dr. Pierre Ostiguy, reconocido politólogo sobre Argentina y profesor del Bard College en EUA, participó de nuestro cuestionario sobre las elecciones legislativas. Ostiguy señaló que Carlos Reutemann puede llegar a ser el adversario más temible para el kirchnerismo. En otro tema, resaltó que “no se puede entender la política argentina en términos de partidos políticos, sino más bien de posiciones en el espacio político, que es muy estructurado”. Por Hugo Passarello Luna.

Pierre Ostiguy es Profesor Asistente de Ciencias Políticas en Bard College, donde también ha sido director del programa de Estudios Latinoamericanos e Ibéricos. Recibió su doctorado en U.C. Berkeley y ha sido Visiting Fellow en el Instituto Kellogg para Estudios Internacionales. Ha publicado en español, francés e inglés sobre política argentina y del Cono Sur, enfocándose en sistemas de partidos, identidades políticas y populismo. En 2005, publicó un artículo sobre las distintas izquierdas (peronistas y no peronistas) en la Argentina de Kirchner (“Gauches péroniste y non-péroniste dans le système de partis argentin”) en la Revista Internationale de Politique Comparée y, en 2007, publicó en ingles “Sincretismo en el sistema partidario argentino y cultura politica peronista” in Reconfiguring Institutions Across Time and Space. Es también el autor de dos libros sobre Argentina, incluyendo el extensamente publicado Los Capitanes de la industria. Su investigación actual es sobre el Chavismo en Venezuela y el Peronismo en Argentina.

1. Luego de dos años de presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, el conflicto con el campo y con la derrota electoral en Catamarca en marzo de 2009 ¿Cree usted que el panorama electoral ha cambiado desde las elecciones presidenciales de 2007 siendo ahora desfavorable al kirchnerismo?

Sin duda, el panorama electoral cambió desde las elecciones presidenciales de 2007. Sin embargo, el dato más interesante no es que, obviamente, se ha hecho más desfavorable al kirchnerismo. Conviene aclarar primero que, en 2007, todavía había esperanzas de parte del kirchnerismo, y en particular de parte de la candidata presidencial, de no “peronizar” absolutamente la fórmula presidencial—se hablaba entonces de la “concertación plural”. Se recordará que en ese espíritu se eligió a un Radical disidente para la vice-presidencia. El discurso proselitista de la candidata presidencial en 2007 era también muy abarcador políticamente, tratando de interpelar socialistas, radicales, y peronistas. Conviene en ese sentido mirar la propaganda política del 2007, que tiene poco que ver con la de ahora. Llegaba al punto en que Cristina, en sólo muy pocas veces, se “atrevía” a llamar al peronismo por su nombre, haciendo referencia al “espacio político de donde vengo”. El gran despertar vino con los resultados electorales, y más precisamente con el examen de la sociología política del voto. Resultó muy obvio que el electorado no peronista no había sido interpelado por el llamado de Cristina. Resultó igualmente obvio que las bases peronistas habían sido leales al candidato peronista oficialista. En mi artículo publicado en Página/12 el 31 de octubre, unos pocos días después de las elecciones, “aconsejaba” fuertemente a los Kirchner de adecuarse a su propio electorado peronista (en contraste al transversalismo), para sobrevivir. Y escribía en ese entonces que “la gran ‘valla de seguridad’ la estará construyendo el marido Néstor, con sus planes políticamente muy racionales de llegar a liderar al peronismo”; que “la fuente de salvación de Cristina estará en la capacidad de su marido de liderar o domar (con autoridad, carácter y prepotencia ‘peronista’) el movimiento peronista”. Todo eso volvió a pasar.

Luego, en otro artículo publicado en Página/12 en marzo 2008, advertía--con cierta audacia me dijeron luego--que eventualmente “el proyecto kirchnerista fracasará y será derrotado; a partir de ahí, probablemente nuevos sectores dentro del peronismo, esta vez más cerca del peronismo tradicional (antes se decía ‘ortodoxo’), llegarán a hegemonizar, desde esta nueva posición en el eje izquierda-derecha, ese gran movimiento nacional y popular”. Sin haber llegado ya a eso, hoy en día estamos presenciando las labores de este mismo proceso. De hecho, para las elecciones de 2009, tenemos tres grandes fuerzas electorales: el peronismo de centro-izquierda y oficialista; el llamado peronismo disidente (más “tradicional” y sin duda más de derecha); y un puro anti-peronismo encabezado por Carrió y la Coalición Cívica. So far so good.

A nivel sociológico, conviene pues recordar un importante cambio, en el panorama electoral. Imaginemos un cuadro “dos por dos”, en donde tenemos la división (horizontal) campo/ciudad y una división (vertical) de clase. A pesar de su discurso, en el 2007 el oficialismo consiguió unos resultados electorales “de clase”, en los cuales el electorado tradicional peronista lo votó y el electorado no peronista prefirió a la oposición, en particular la de centro-izquierda no peronista. El problema actual del kirchnerismo es que el agudo y prolongado conflicto con el campo le puede hacer perder la casilla del voto popular no urbano. Es decir, de las cuatro casillas, le quedaría al oficialismo solamente el voto de los sectores populares/pobres urbanos. No es un buen presagio electoral.


Espacio político argentino en octubre 2007

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Espacio político argentino en 2009

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Pero este análisis de sociología electoral es obviamente demasiado simplista. Ya en el 2007, el oficialismo peronista perdió en la provincia de Córdoba y por poquísimos votos ganó en Santa Fe. Por otra parte, ganó con amplísimo margen en las provincias más pobres del interior más remoto, con 75% o más de los votos en, por ejemplo, Santiago del Estero, Salta, y Formosa. Es más, en ocho o más de los departamentos de Salta y también de Santiago del Estero, ganó con más de 90% de los votos, estando esos distritos entre los más rurales y pobres del país. Sin duda, no le irá bien al oficialismo peronista en las provincias rurales “productivas” o “capitalistas” de Córdoba, Santa Fe y el interior de Buenos Aires, pero quizá pueda contar con una primera pluralidad en el interior más pobre del país.

Para mí y en esa línea, queda claro que el adversario potencialmente más temible para el kirchnerismo no queda en Elisea Carrió o Mauricio Macri, sino más bien en el peronista santafesino Carlos Reutemann. Pero Reutemann en su postulación como senador santafesino no amenaza frontalmente ahora la estructura de poder kirchnerista, sino probablemente lo hará—y a nivel nacional--en el 2011. También, mucho se ha escrito sobre la pelea electoral en el distrito más grande del país. Pero para mí el interrogante más interesante será, por las razones mencionadas, el comportamiento electoral de los sectores populares no urbanos en provincias como Santa Fe (en donde el socialismo es fuerte a nivel urbano) y en Córdoba (entre Schiaretti y Juez). Ahí podría estar el balance del poder entre el peronismo no kirchnerista y el no peronismo, ambos enfrentados a Kirchner.

2. En las últimas elecciones nacionales la oposición no pudo brindar una alternativa que convenciera a la ciudadanía ante la propuesta kirchnerista y se mostró desunida formando alianzas que duraban lo que dura una campaña. ¿Cuáles han sido, ---a su juicio— las claves para entender la imposibilidad de formar una oposición fuerte? ¿Cree que en estas elecciones el escenario opositor será diferente?

La respuesta a cerca de la “imposibilidad” de formar una oposición fuerte es muy simple. Es que existe una oposición peronista y una oposición anti-peronista al gobierno de los Kirchner. No es fácil, en la Argentina, conformar una oposición con esas sub-culturas y identidades políticas tan distintas. Las tensiones dentro de Unión-Pro, un partido relativamente homogéneo en el eje izquierda-derecha, lo muestra abundantemente. Imaginar una alianza entre Elisa Carrió, o más aun el socialismo o “Solidaridad e Igualdad”, y De Narváez o Macri es impensable. De hecho, tampoco ocurre ahora. Es pues indispensable poder pensar analíticamente más allá de la dicotomía pro-oficialismo versus anti-kirchnerismo.

Una diferencia llamativa entre la elección del 2007 y la del 2009 es que el número de fuerzas políticas significantes se redujo de cuatro a tres. La gran desaparición es la de UNA bajo Lavagna, que fue un intento original y con liderazgo poco carismático para unificar figuras del peronismo (como el mismo Lavagna) y del Radicalismo (la U.C.R. y Morales) en una posición de centro--en ambas dimensiones. En contraste, Rodríguez Saá era totalmente peronista y Elisa Carrió totalmente anti-peronista--el primero vinculado al no izquierdismo y al interior puntano. Ahora en 2009, la alianza liderada por Elisa Carrió sigue gozando de buena salud política y el peronismo “anti zurdo” (para llamarlo así) esta liderado por De Narváez.

Lo vuelvo a repetir, no veo ninguna razón por la cual la Argentina tendría que encabezarse hacia un bipartidismo estable, ya que su espacio político es bi-dimensional. Para decirlo de otra manera, el peronismo kirchnerista ha favorecido una oposición principalmente anti peronista—la de Carrió—y una oposición desde la derecha y el centro del peronismo. Podemos observar gráficamente eso en el cuadro adjunto.

Espacialmente, no podría ser mayor la distancia política entre el socialismo (esquina alta izquierda) y lo que fue el menemismo (esquina baja derecha). En el contexto actual de América Latina en la segunda mitad de esta década, todavía reaccionando a lo que paso en los noventa, no le conviene a la oposición tener su centro de gravedad política en la derecha liberal anti-peronista. Entonces, tenemos, pues, el panorama que tenemos ahora.

3. La última elección nacional estuvo signada por varias alianzas partidarias (Frente para la Victoria, Coalición Cívica, Una Nación Avanzada) compuestas ellas por varios miembros de partidos políticos tradicionales. ¿Cree que esta elección presentará el mismo escenario partidario? ¿Cuál cree que será el futuro de los partidos políticos tradicionales (P.J., U.C.R.)?

Para mí, aquí esta la pregunta más interesante del cuestionario.

Primero y ante que todo, nunca podré repetir lo suficiente que no se puede entender la política argentina en términos de partidos políticos, sino más bien de posiciones en el espacio político (la arena política) argentino, que es muy estructurado. Los partidos, como organizaciones, van y vienen en la historia argentina, a veces a un ritmo vertiginoso; pero las posiciones en el espacio político quedan espléndidamente fijas y regidas.

Por supuesto, hasta el propio Perón repetía que el peronismo no es un partido sino un movimiento. Segundo, no sé si tiene mucho sentido concentrarse en esta década en la U.C.R. como partido, ya que Carrió fue, no fue, y ahora casi es, del radicalismo. También Cobos fue, no fue, y ahora es de la U.C.R.. Y aquí tenemos los dos actores más pertinentes del “pan-radicalismo”. En breve, pues, dejémonos de hablar de un único “partido peronista” y del partido U.C.R..; y hablemos más bien de peronismo y radicalismo. Más bien, sigo repitiendo, hablemos de peronismo y anti-peronismo, y de izquierda y derecha, en un espacio bi-dimensional.

Ahora, vamos al grano. Hay diferencias mayores con el 2007. En las elecciones de 2007, el P.J. era todavía intervenido, pero aparentemente el electorado no tenia dudas en equiparar el Frente por la Victoria con el peronismo. El peronismo anti-Kirchnerista tenia a nivel presidencial como único candidato y partido al Frente Justicia, Unión y Libertad, de Rodríguez Saá, quien era limitado en la práctica a la pequeña provincia de San Luis. Ahora, en el 2009, a pesar de que el P.J. ya no es intervenido y que es controlado a nivel nacional por Kirchner, se puede hablar de una división real, significativa, y con impacto pesado dentro del peronismo (“P.J.” o no). Véase también mi respuesta a la pregunta 1.

Segundo, el polo no peronista se ha solidificado. No quedaba claro en el 2007 si U.N.A. era peronista o no, para el electorado. Ahora ha desaparecido. El Acuerdo Cívico y Social abarca todo el espacio no peronista, desde la izquierda hasta la centro-derecha, pasando por el centro. De un cierto modo, pues, se ha clarificado y purificado el escenario político desde 2007, con las tres fuerzas políticas mencionadas en la pregunta 1.

Pero por cierto, Unión Pro no es “todo peronismo”. Macri representa más la derecha (o centro-derecha), que el “peronismo de derecha” o la “derecha anti peronista”. Hay pues lógicamente un eje de tensión entre Felipe Solá, quien es sin lugar a dudas peronista, y Macri, quien no lo es. En otras palabras, Solá constituye una oposición peronista que se aproxima ahora a la centro derecha; mientras Macri es un centro derecha que acepta acercarse (por razones políticas) al peronismo. De Narváez esta en una buena posición de puente, ya que es legítimamente de derecha y peronista. Véase el cuadro ajunto.

Hay tensiones, distancias, afinidades, y dificultades estratégicas típicas de un espacio político bi-dimensional como es el argentino. Por ejemplo, Macri de un cierto modo es equidistante de López Murphy (centro-derecha anti-peronista) y de Solá (peronista no de izquierda). Le es posible crear alianzas tanto con Recrear (lo que ocurrió en el 2007) como con Solá (lo que pasa ahora), por supuesto siempre con algo de tensión. Solá, a su vez, esta sin duda más cerca de Scioli que de Recrear. Por su parte, hay límites hasta donde Carrió puede ir a la derecha (por ejemplo con Prat Gay) como, más aun, hacia el peronismo, sin generar problemas o rupturas a su izquierda (lo que ocurrió en los últimos dos años) o con el anti-peronismo (lo que no pasará, ya que Carrió no es como el Alende de aquel entonces). Todo eso se puede visualisar en las dos figuras adjuntas.

Para mí, el “error” estratégico de Néstor Kirchner fue atrincherarse en el espacio bajo-izquierdo, es decir, tanto en el peronismo como en la centro-izquierda. No pudo ganar la centro-izquierda no peronista, a pesar de haberlo claramente intentado, y ahora pierde el peronismo “ortodoxo”. A pesar de tener el control del Estado, esta a punto de convertirse en minoría, quizá primera minoría pero minoría al fin. Creo que cognitivamente el error de Kirchner ha sido confinarse en una lectura “setentista” del conflicto a cerca de las retenciones (oligarquía terrateniente y golpistas en contra del pueblo trabajador) en vez de tener una lectura más ampliamente—es decir, ambigua—peronista, que supiera recuperar simbólicamente y políticamente al pueblo del interior. En contraste con Perón y Menem, ¿se ha visto alguna vez, en su imagen pública, a un Kirchner a caballo, con el poncho al hombro, cerca de peones?

Creo que una comparación atenta de las dos figuras provee un panorama muy llamativo de los cambios en el escenario político argentino, de 2007 a 2009. Primero, se nota el cambio en el espacio ocupado por el Frente para la Victoria, en cuanto a esfuerzos políticos de interpelación. Segundo, lo que en 2007 era una porción del espacio político básicamente desocupada, es decir el centro derecha a nivel nacional, ahora ha vuelto a ser existente. Las elecciones del 2007 fueron muy inusuales a nivel mundial en no tener un candidato presidencial significativo a la derecha del centro. (Para alguien que tuvo que vivir en Estados Unidos entre 2001 y 2007, era de una gran frescura...) Esa situación obviamente no podía perdurar y ahora este espacio esta ocupado por Unión-Pro y el peronismo disidente. Y sin duda, por lo de la “doble oposición”, también el Acuerdo Cívico y Social compite más por el espacio “alto-derecha” que por la izquierda nacionalista de tinte peronista.

Para mi, Duhalde sigue en la posición potencial de “king maker” peronista, tanto por su experiencia como por su ubicación relativamente “centrista” (aun si más derecha que izquierda). Fue un pilar, con orientación más social, de Menem; luego se opuso ferozmente a Menem; trató de convencer a Reutemann, luego a De la Sota (a su derecha) quien no arrancó, y finalmente a Kirchner (a su izquierda). No logra parar el péndulo peronista en sus eternales movimientos de derecha a izquierda y vice versa, pero nunca se ubica demasiado lejos de su eje de rotación. Fue derrotado por Kirchner en 2005, pero una alianza entre lo que él representa y Reutemann podría presagiar el “futuro” del peronismo, y posiblemente más adelante, de la Argentina.


4. Luego de las dificultades para votar que se tuvo en la ultima elección nacional, con electores votando hasta dos horas después del cierre, se discutió a nivel nacional y provincial la necesidad de hacer una reforma electoral (en el caso de la provincia de Córdoba efectivamente se realizó) en la que se incorporen, entre otras cosas, la boleta única, el voto electrónico, el voto no obligatorio, y la creación de un ente electoral que no dependiera del Poder Ejecutivo. ¿Considera usted factible y necesario la posibilidad de una reforma electoral? ¿Cuáles serian a su juicio los principales elementos que debieran ser debatidos en una posible reforma?

Una reforma electoral es sin dudas deseable, pero no creo que sea factible. Además, las distintas reformas mencionadas en la pregunta constituyen elementos dispares. No son igualmente urgentes o deseables.

Yo creo que lo más urgente en el contexto argentino es tener alguna forma de voto electrónico. Ahora, la capacidad de victoria electoral depende en gran medida en tener o no fiscales en las mesas. Sin fiscales, ocurren mil y unas picardías. Y para tener fiscales, hay que tener una gran organización a nivel nacional y una fuerte presencia territorial local. Tanto a nivel de experiencias en “picardías”, especialmente en el Gran Buenos Aires, como a nivel de organización nacional y presencia local, el peronismo tiene una ventaja inconmensurable sobre las otras fuerzas. No veo, sin embargo, qué voluntad política mayoritaria podría impulsar dicha reforma.

A diferencia de lo que pasa en Estados Unidos o en Canadá, la Argentina muestra una creatividad sin precedente con los varios sistemas de boletas. Pero en contraste con lo que se dice, no todas esas invenciones son “anti democráticas”, aun si de hecho complican la lectura de la voluntad popular.

No creo que el voto no obligatorio sea una reforma deseable.

5. En líneas generales ¿Cuáles cree serán los principales desafíos de esta administración luego de las elecciones legislativas?

El principal desafío de esta administración luego de las elecciones legislativas será de administrar la crisis económica mundial en su versión argentina. Convendría inspirarse de Obama: pasar medidas que se ubican a la izquierda en el escenario nacional propio, pero dando una impresión sincera de no confrontar, de hacer “lo que dicta el sentido común”, de des-dramatizar, y de explicar en vez de confrontar. Uno gana mucho más dando la impresión de no estar ganando, siempre, a expensa de los demás. La política, como sabemos (y lo enseñó Perón), es el arte de sumar. En ese sentido, conviene dar la impresión que es el otro quien es ideológico, no uno mismo. Finalmente, y aquí dicho de un modo leve, convendría que esta administración, o matrimonio, desarrolle algún sentido del humor que funcione políticamente, como lo tenía Perón. Pero ahí, no creo que sea factible. Hasta Chávez tiene un gran poder de seducción afectiva con la gente.

Pero para progresar en esos desafíos políticos, esta administración necesita no perder drásticamente el 28 de junio.

9 jun 2009

MAPA ELECTORAL 2009. Viene de un diario nacional muy conservador pero es bueno como herramienta

http://www.lanacion.com.ar/especiales/elecciones-legislativas-2009/candidatos.asp

23 abr 2009

Visita de Doctorando de Univ. de Princeton

En una nueva edición de nuestro querido ciclo In Vino Veritas, reuniones de discusión a base de vino tinto y queso y pan, contaremos con la visita de Noam Lupu, quien presentará su investigación en proceso: 'La dilución de las etiquetas partidarias en la Argentina: Un estudio experimental”.

Coaliciones y Política Económica. Los Caminos de la Nueva Izquierda en América Latina

POR Marcelo Nazareno (Universidad Católica de Córdoba)
Susan Stokes (Yale University)

( abstract de trabajo presentado a la Sociedad Argentina de Análisis Político- SAAP)

En este trabajo proponemos que los Gobiernos de la Nueva Izquierda en América Latina implementaron diferentes políticas económicas de acuerdo con las características de las coaliciones sobre las que se apoyaron al inicio de sus mandatos. Si las coaliciones iniciales eran amplias y con un elevado grado de institucionalización, incluyendo por lo tanto los intereses de actores económicos muy articulados con el sistema económico internacional, los Gobiernos de la Nueva Izquierda fueron reluctantes a la implementación de políticas orientadas a estimular el crecimiento económico, privilegiando el control de la inflación. La faceta “de izquierda” de este tipo de Gobiernos estuvo constituida por políticas sociales orientadas a aliviar la situación de los sectores menos favorecidos de la población. En contraste, si la coalición inicial era amplia pero con un bajo grado de institucionalización, los Gobiernos tuvieron mayor libertad para decidir la política macroeconómica y se orientaron a usar la política monetaria y el tipo de cambio, entre otras medidas, para lograr altas tasas de crecimiento. La faceta de izquierda de estos Gobiernos estuvo dada básicamente por la caída del desempleo y los aumentos del salario real. Finalmente, coaliciones limitadas, que excluían a los sectores más transnacionalizados fueron la base de Gobiernos que intentaron combinar estas “dos caras” de la izquierda en su política económica

24 mar 2009

Es una ‘jugada política’…¿Es que hay otro juego?

El pasado jueves 19 de marzo a la tarde, la presidenta CFK sorprendió a muchos, sino a todos. Ni hasta los analistas mas imaginativos pudieron anticipar la decisión que se anunciaría. Las respuestas al mensaje, por parte de quienes opinan, informan, analizan, fueron monocordes y simples hasta la sorpresa. ‘Es una jugada política más’

Cuando se hace una afirmación y por el principio aristotélico de no contradicción, se niega lo contrario, lo otro. No alcanzo a entender en este caso qué es lo otro. Qué es una jugada política, para quienes así (des) calificaron lo de ayer y qué no lo es.

¿Existen acciones políticas, comunicaciones, anuncios que no sean una jugada, un movimiento, un avance en las posiciones? Cuando un dirigente agropecuario habla pidiendo cambios ¿no juega un papel político? ¿no es ésa una jugada política? Cuando una legisladora muestra su preocupación por la delincuencia y motoriza una marcha, ¿es acaso ésa una movida no política? ¿se trata de una jugada religiosa, científica o artística?

La política atraviesa la vida social, sencillamente porque la manera de articular la convivencia humana ( antes de usar armas de fuego) es un permanente proceso de discusión, de negociación sobre quién hace qué cosa y para quienes.

Y si no, hagamos un ejercicio que nos previene contra la neutralidad que muchos propugnan cuando elaboran sus arengas. Cada vez que se sostenga que ‘Córdoba aporta 5000 millones al tesoro nacional, y ahora le devolverán 500’ nos preguntemos, ¿hay un posicionamiento político, una jugada que victimiza a una parte ( la que ‘cede’ 4500 millones, en este caso) para establecer que la otra parte se queda –injustamente- con lo que no le corresponde?

Hablemos claro, sin hacer apología de ninguna empresa de telefonía móvil, y aprendamos a discutir, a proponer medidas, sin descalificar al otro como ‘hábil jugador político’ o como soberbio que no acepta consensos. Pero además, y crucialmente, como cordobeses, revisemos qué significa integrar un país cuando gritamos la cantidad de dinero que aporta una de las partes, una de las provincias. La voz de algunos dirigentes de Córdoba suena hoy como la de aquellos en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, que no se sienten bolivianos, en ambas la región se exhibe como la pobre hermana rica de la que todos se aprovechan. Me acuerdo cuando Menem hablaba de provincias ‘viables y no viables’ y sugería que algunas provincias pobres – que no aportaban los mismos miles de millones al tesoro nacional- no debían seguir existiendo.

Sería interesante revisar los principios fundantes de nuestra república, por que al parecer algunos pretenden que se nuestro país se vuelva a organizar en base al aporte, a la riqueza, de cada una de sus partes.

Festival solidario 'Sumemos todos por un lugar'

Adelantar o no adelantar ¿ésa es la cuestión?
Sumar y colectar, éstas no son las cuestiones.
Parecería que es un escándalo adelantar elecciones. Para quienes venimos sosteniendo que hace falta tener un calendario electoral fijo y que no nos suceda lo que en 2007, cuando a menos de dos meses de las elecciones provinciales en Córdoba teníamos, al menos, cuatro candidatos peronistas haciendo campaña ( Accastello, Campana, Di Cola y Schiaretti) y a un gobernador que especulaba con la fecha de la elección para que el resultado provincial no fuera afectado por el municipal o el nacional, hace falta tener certidumbres.

Sin embargo, creo que hay un elemento al que nos hemos acostumbrado y no deja de asombrar en otras latitudes: la multiplicidad de candidaturas del mismo partido político. Esta peligrosa innovación institucional, relacionada con la fragmentación del PJ, que tuvo inicio en 2003 cuando tres candidatos peronistas se presentaron a competir para ser presidentes, se sigue repitiendo en diversas maneras. O compiten los Frentes, Uniones, y Todos.. que llevan todos candidatos que reivindican el mismo ideario, o tenemos tan insólito como mas grave: las sumatorias, colectoras o acoples. Especie de cooperativas de candidatos que se van organizando en torno al que tenga mejor puntuación en encuestas y que acepte tener varios ‘colgados’ de su cara.

Como recordábamos en este lugar el 28 de junio de 2007, las alianzas surgieron de la necesidad de partidos afines de asociarse en un momento, acordar cómo se repartirán las responsabilidades y beneficios. Esta figura sirve para una sola elección, en la que los partidos aliados diseñan una propuesta (candidatos), la denominan Alianza X (Unión por Córdoba o Frente Cívico) y en esta sociedad que constituyen pierden provisoriamente los nombres de cada partido constitutivo de la alianza. El elector vota una alianza que incluye al partido con que simpatiza.

La sumatoria se diferencia en cuanto permite que el partido A ( digamos PJ ) que se sumará al B (digamos Frente para la Victoria), diseñe su boleta con los nombres de los candidatos del partido B (FPV). El candidato del Partido B (FPV) se llama Fulano (digamos Campana), pero gracias a la sumatoria, el candidato del partido A (PJ), también se llama Fulano (Campana). Si es una sumatoria de más de dos, todos los demás partidos harán lo mismo, todos incluirán en su boleta a Fulano como candidato. En Córdoba, pareciera que el gobernador Schiaretti promueve una estrategia abiertamente contradictoria con su retórica defensa de la reforma política. Olga Riutort, Marcelo Falo, Grahovac, Mondino, etc, podrían ir en diferentes boletas ( digamos C, D, E, F) sumando con la boleta de senador del partido B (supongamos que Campana). El elector, digamos un simpatizante del PJ, se encontraría en el cuarto oscuro con la boleta del Partido A con el que comulga. Muy bien. Igual hacen los electores del partido B, C, D, E, y F. Sin embargo, todos están votando al mismo Fulano por obra y gracia de la sumatoria. Ni hablar si esta estrategia se amplía hacia agrupaciones con personas originarias de otros partidos. Ya no hablaremos mas de partidos políticos sino de festivales solidarios. Ponga su voto en cualquier canasta, seguro que viene bien, no importan qué partido sea ni qué idea quiera UD. promover.

Antes de la noticia del adelantamiento de las elecciones nacionales teníamos versiones de lo que sería el festival de boletas en el cuarto oscuro: Teodoro Funes y Chiche Araoz estaban organizando una lista peronista apadrinada pro Rodríguez Saa y Macri. Recordemos que Rodríguez Saa hizo buenas elecciones en Córdoba en 2003 y 2007. Boleta peronista nº 1.

Schiaretti aún no decidía a fines de la semana que pasó pero admitía, según un matutino de esta ciudad, que ‘el peronismo pondría tres listas’ para juntar en tres canastas. Boletas nº2, nº3, nº4.

El ARI suponemos que presentaría lista, al igual que Juez ( con o sin la UCR) y Giacomino quien ha expresado que su espacio, Convergencia, decidirá durante esta semana que empieza. Boletas nº5, nº6, nº7, y nº8 (dependiendo si la UCR va en lista separada)

Este racconto permite anticipar que este año tendremos un día de votación largo y cansador, pero no solo por la cantidad de boletas distintas que tendremos que revisar antes de ensobrar ( cosa que se evitaría con la boleta única que a nivel nacional no se ha implementado) sino por una razón mas peligrosa en términos de calidad democrática: tendremos el temor de no saber si distinguimos bien las leyes que van a votar los candidatos que elijamos porque ellos mismos no lo saben, porque ellos mismos se agruparon a tontas y a locas, para juntar mas huevos en la canasta sin cuidar la idea democrática de partidos que agrupan preferencias sobre temas centrales.

Preguntas planteadas y aún sin respuesta

¿La sumatoria genera más votos totales? ¿Rinde más votos que una alianza? ¿O será que resulta más conveniente no comprometerse con otro partido en alianzas que después son costosas? El dinero que el Estado destina a los partidos por los votos obtenidos ¿es asignado de modo diferente? ¿Cuál es el rol de los partidos políticos si se generaliza el mecanismo? ¿Para qué querrían los partidos diferenciarse y elaborar propuestas si conviene más sumarse a uno con chances de ganar? ¿No se considera problemático que el elector vote a un partido mientras está votando por los candidatos de otro?

Pidamos a nuestros representantes coherencia. Son ellos quienes a nivel provincial elaboraron dos leyes dentro de lo que se llamó la reforma política. La mas repetida de esas modificaciones fue la prohibición de la sumatoria ( a nivel provincial, claro, porque la ley no puede prohibir un mecanismo en una elección nacional) ¿Será que Schiaretti piensa que la sumatoria es mala en Córdoba para elegir gobernador pero es buena para elegir diputados y senadores nacionales?

23 feb 2009

La polémica sobre la boleta única: Poco se gana discutiendo el tamaño.

Valeria Brusco
Mario F. Navarro


La vehemencia con la que algunos funcionarios han reaccionado a la propuesta de boleta única sorprende. Ahora el elector se limita a insertar un formulario en un sobre; el que prácticamente no puede tocar so pena de anular su voto. Esto quiere ser cambiado por la boleta única, que obliga al elector a apuntar su preferencia en la misma boleta.

Ahora bien, el calibre de los epítetos, la profusión de metáforas, de un lado; y el sobredimensionado valor que en el otro, en la oposición, se le otorga a la cuestión del formulario a usar –que ahora se ve como el instrumento con el que se hace casi todo mal en el plano electoral- no presagia la discusión parsimoniosa y reflexiva que el tema requiere.

El asunto es bien importante, y vale la pena mejorarlo. En este sentido, nos proponemos hacer un sumario balance de los argumentos; con énfasis en los planteados por quienes han sido investidos del privilegio y la responsabilidad de tomar las decisiones; es decir, nuestros funcionarios.

Vale comenzar rechazando la idea voceada por algunos opositores, quienes sugieren que no se reforma porque ello facilita las maniobras fraudulentas.. Como bien se ha dicho, muchos gobiernos han sido elegidos con el formulario actual sin que sospechemos inmediatamente fraude. Por el lado del clientelismo, aunque la boleta única inhabilitaría el típico gesto clientelar de embolsillar boletas en el votante; hay que reconocer que las raíces de esta perversión democrática están más lejos. Menos en la estructura de la boleta, muchos más en la desigualdad social.

Pero, es igualmente desproporcionada la respuesta del lado gubernamental. Ambos lados montan así, queriendo o no, un circo en el que la única víctima es la posibilidad de examinar serenamente nuestras leyes y prácticas,

Existen dos ideas que funcionarios de alto rango del gobierno nacional han planteado. Dos ideas completamente erradas. Sugieren que la modificación es imposible. Se dice que no hay modo de incluir el elenco completo de candidatos, que un ministro calcula en alrededor de 900 nombres, en una boleta de este tipo. Se insinúa también que con la boleta única se ocultar del examen de la gente los nombres a ser votados –sería una “boleta colcha” porque busca cubrir la “sábana”, dice otro ministro-.

Pero, los ministros están equivocados. No hay ninguna razón, que no sea la ley que se pretende cambiar, para que todos los nombres de los candidatos estén impresos en la boleta. Nada lo obliga porque, primero, un ciudadano bien informado no necesita que en su voto consten todos los nombres. Le alcanza con que se determine la lista, denominación y/o número, en la que estos nombres han de constar. Pero, ¿y si la persona no sabe qué lista tiene cuáles candidatos? Fácil: carteles mucho más legibles que la minúscula letra de las boletas le guiarán en el mismo cuarto oscuro. Y esto sin contar con que, por supuesto, los partidos se habrán previamente encargado de hacerle saber qué candidato está en cuál lista.

Pero, entonces, ¿no validamos, no damos vía libre, a que la gente sea inconsciente sobre lo que vota? Y al mismo tiempo, ¿no facilitamos la labor de quienes esconden bajo cumbreras respetables a candidatos indeseables? Esta es justamente la segunda objeción equivocada. Advirtamos primero un hecho curioso: la lista con muchos nombres es la práctica de hoy en día. Los funcionarios que habrían descubierto aquí una de las fallas más perversas, no han promovido ningún proyecto de reforma al respecto. ¿Por qué? Porque no pueden más que estar de acuerdo con la lista!

Veamos un hecho sociológico: ¿cuánto tardaría un buen ciudadano en conocer cabalmente a los 900 candidatos que el ministro calcula? Seguro que no cuando está en el cuarto oscuro. Ergo, no le sirve especialmente tener los nombres exhibidos en cada boleta. Si ya tiene un juicio previo es porque no ha atinado conocer en su persona a cada candidato. Si les ha podido conocer es porque le han preocupado más las ideas –y menos cómo se visten, o con quién se toman fotos-. Un ciudadano responsable conoce sus candidatos cuando puede ubicarlos en un marco de gente que comparte una ideología. Los 900 se reducen entonces a un conjunto de agrupaciones que pueden contarse con las manos. Así visto el asunto, no es problema, sino la solución que la gente pueda remitirse desde un nombre a una lista. Vale la pena pensar en cuál sería peor perversión democrática: que no se exhiban nombres de candidatos en una papeleta, o que se escamoteen las ideas. Fue Sáenz Peña el que dijo: “dejadme la confianza de que acabaron los personalismos y volvemos a darnos las ideas”.

Se ha hablado de la lista, necesaria en todo tipo de elección bajo sistemas de proporcionalidad. Pero, hay que tener cuidado en no confundir lista con boleta “sábana”. Una boleta “sábana” es una suerte de barata picardía que obliga al ciudadano a “cortar” para diferenciar su voto entre cargos y niveles. Que conste que sobre esto nada dicen los ministros, aunque vale observar que aquí la boleta única también puede cumplir un rol pedagógico: instituir un momento de reflexión sobre qué candidato, y para qué cargo.

Entonces, es perfectamente válido y posible establecer la boleta única, la que tiene por añadidura otras consecuencias deseables: su aplicación, por lo menos mitiga o resuelve los problemas como los siguientes:

1)Robo de boleta; 2) La confusión acerca de los diferentes cargos electivos en juego; 3) Reduce el efecto de “arrastre” entre candidatos en casos de elecciones simultáneas; 4) Disminuye los costos de impresión de boletas pasando a ser ésta una responsabilidad del estado; 6) Facilita el escrutinio de votos, y la tarea de fiscalización de los partidos políticos.

La boleta única ya se aplica en otros países; por caso, Australia y Perú. Vale la pena pensar de un modo más responsable e informado y, definitivamente, menos estentóreo sobre ella.

La Voz del Interior, 23 de febrero 2009

6 feb 2009

tamaños y rendimientos

La boleta única: como si el tamaño fuera decisivo
valeria brusco

La oposición a nivel nacional ha convergido en una propuesta, la de instrumentar un sistema de votación moderno que nos iguale como ciudadanos a la hora de votar, la boleta única. Y la reacción que ha tenido el ministro Aníbal Fernández es, cuanto menos, poco seria. Es de esperar que un gobierno que tiene algunos problemas de comunicación tenga recelo de los cambios, las innovaciones, cuando éstas no garantizan resultados favorables. Sin embargo, se podrían haber hecho otras observaciones, que hay otras urgencias, que se están estudiando algunos cambios, etc, pero nunca decir que el problema de la boleta única es el tamaño.
Porque los problemas son resolubles cuando la idea sustentadora es buena.

La boleta única, lo hemos dicho ya muchas veces y ya somos mucho mas que dos sus impulsores, es una herramienta mas adecuada para el momento de ir a votar. Porque si en las democracia ateniense era suficiente opinar sobre un tema del gobierno y levantar la mano para votar, para decidir, en nuestras democracias hemos tenido que inventar sistemas para poner los numerosísimos votos por escrito. Y si el siglo pasado, el voto era un papel con el nombre del candidato a gobernador y los senadores se elegían indirectamente, hemos tenido cambios en las instituciones y ahora votamos mas cargos de manera directa. Y también ha habido cambios en los partidos han cambiado. Tuvimos tradicionalmente un sistema bipartidista, y conocemos de conservadores, radicales, peronistas por turnos de a dos, durante el siglo 20. Hasta que el sistema de partidos empezó a crujir y nos encontramos con frentes, alianzas y nuevas formas de agrupar ideas, algunas mas exitosas que otras. Tantos cambios hubo en el proceso reciente, en los últimos años del siglo 20, que hasta se estrenó una figura institucional impensada en las democracias del mundo, las sumatorias. Un mecanismo mas parecido al del mercado de frutas, -quien da mas, cuantos clientes tenés en tu puestito, puedo acercarme a vos, yo llevo para vender en mi pueblo y luego compartimos la ganancia-, que a una democracia donde se discuten propuestas y se opina sobre ellas y se elige a quienes las llevarán adelante. Menos como los griegos y mas como los fenicios.
También, a principios de siglo supimos de votos que se decidían fuera del cuarto oscuro, supimos de mujeres a quienes algún puntero les metía la boleta en el corpiño, de jóvenes a quienes acompañaban a votar con un porro y algún billete. Lamentablemente, de porros y boletas sabemos todavía, en Córdoba por lo menos. Quizás el ministro tenga algún registro del tipo en la provincia mayor.



Entonces, si hemos atravesado semejantes cambios y aun son evidentes las deficiencias, ¿se puede alguien resistir a lo inevitable, lo imprescindible, diciendo que es un problema de tamaño?

Señor ministro: hay otros países en el mundo, con características parecidas al nuestro. No somos el centro del universo ni tenemos una realidad única que requiere de soluciones distintas. Argentina comparte muchos de los problemas de las democracias jóvenes, y de eso se ocupan cientos de doctorandos en nuestro país y en el exterior cuando escriben sus tesis, y por suerte, podemos aprender de las experiencias de otros. México y Perú, por mencionar dos hermanos latinoamericanos nos ofrecen respuestas prácticas ( sobre el tamaño que a ud. le preocupa, sobre el control del papel, sobre el diseño, sobre el orden de aparición, etc). Por favor, ministro entonces, ensaye otro argumento al discutir con la oposición sobre la implementación de la boleta única.

5 feb 2009

Política e indicadores

Cuando la política tiene significados concretos

Que la política es un campo con muchos significados, no se discute. Que incluye ideas como disputa por el poder, definición del sentido de las acciones de una sociedad, medios y fines, distribución de los recursos, decisiones de qué, cómo y para quienes, sería un terreno sobre el que se puede acordar.

Lo que no es común en las acciones políticas de nuestra ciudad de Córdoba últimamente es encontrar coherencia entre la palabra y la acción, y lo que es menos común, coherencia entre las palabras o conceptos y sus indicadores. Me refiero a la dificultad de algunos políticos a manifestar sus opiniones y posiciones de manera clara y con referentes concretos. La política, la moral, la corrupción, la gestión, la justicia en la distribución de las responsabilidades, etc, son algunos conceptos que no siempre se expresan con sus indicadores, quedando los votantes sin la seguridad de que la idea se mide en iguales unidades, o sea, que estamos hablando de lo mismo.

Tenemos dos opciones, un político que se refiere, monocorde, a ‘lo que quiere la gente’ y no sale de expresiones como ‘calidad de vida’ , ‘servicios’ y ‘gestión’. Ese es un tipo de político, en términos de las tipologías ideales que dibujó Max Weber, que engaña. Engaña cuando usa conceptos a los que nadie se opone, conceptos ambiguos y que pretenden construir una imagen de político no confrontativo, ‘que quiere gobernar y no pelear’

La segunda opción es la un político que entiende que la política es un campo de lucha, un lugar donde se definen los qué, cómos y para quienes. Y no solo lo entiende, sino que también lo expresa públicamente. Y no solo lo expresa en público sino que muestra las herramientas para medir, para comprobar que lo que dice tiene sentido. A esto me refiero con la idea de ofrecer los indicadores del concepto.

Un ejemplo de lo que digo fue el concepto de gobernabilidad que utilizó ayer el Viceintendente de la ciudad, al referirse al rol de la bancada oficialista en el Concejo Deliberante de la ciudad. En la ciencia política hablar de gobernabilidad es una moda, una entre otras mas, una idea que tratan numerosos artículos de investigación en el mundo. En los medios de comunicación, también es una moda hablar de gobernabilidad cuando hay procesos de discusión en torno a la definición de políticas.

Carlos Vicente explicó con gran precisión, y en palabras de la calle, qué es la gobernabilidad. Para él, el indicador de una ciudad gobernable es una ciudad en la que sus dirigentes no se alejan demasiado de aquello que prefieren quienes son la base de sustentación , es decir, aquellos que votaron mayoritariamente al gobierno en cuestión. Cuando un político tiene olfato para entender que gobernabilidad no es evitar el conflicto, ni hablar de ‘gestión’, ni ‘de la gente’ y se juega su tranquilidad, confronta y se para frente a sus votantes y les dice con palabras claras cuál es la pelea, cual es el campo y porqué actúa de determinada manera en la lucha por el sentido, la política tiene significados concretos. Y vale la pena participar.

13 ene 2009

BELLEZA, ESTEREOTIPOS Y GÉNERO

(ya publicado aquí en enero 2008 en oportunidad del primer certamen al que se hace referencia)

Por Valeria Brusco


Guía esta opinión el espíritu de la crítica constructiva. Las mujeres, y sabemos que hay kilómetros de literatura sobre el tema, han inspirado composiciones y sensaciones de las mas variadas a través de la historia, pero, me pregunto sencillamente, ¿los hombres no?

Mi intención es generar alguna discusión sobre el rol de los medios de comunicación en la difusión de estereotipos de mujer (entre otros) que dificultan un desarrollo social equitativo.

En estos días termina un concurso en La Voz del Interior sobre La chica del verano que invita a votar por la mas linda de las modelos y actrices de la temporada 2008. Yo me preguntaba si una sociedad constituida por una mitad femenina y una mitad masculina no estaba siendo tratada desigualmente.

Las mujeres históricamente han dado importantes luchas por hacerse un lugar en el mundo público. Sabemos de las reivindicaciones de las sufragistas a fines del siglo 19, de las dificultades para , luego de ser habilitadas para votar, ser elegidas, y también escuchamos de las dificultades para acceder a empleos con igual salario que sus pares hombres. También sabemos por los informes de organismos como UNICEF y PNUD que la pobreza afecta en el mundo especialmente a las mujeres, quienes están culturalmente encargadas de la reproducción en el hogar, o sea, el cuidado de la familia (hijos y mayores, muchas veces)

En este proceso largo y contínuo, han habido sustantivos avances, en algunos países mas que en otros. Incluso dentro de un mismo país, hay regiones, provincias, en las que la situación es menos desalentadora. Entonces, ¿no podría el diario más importante de Córdoba reflejar que en esta sociedad las mujeres tienen un lugar más allá del estereotipo de la belleza física?

Quizás mi crítica esté fuera de lugar en una época del año en que se acentúa el costado de show y de verano de las noticias. Si así fuera, y debiéramos relajar las seriedad del tema en pos de un concurso liviano que busca hacer que la temporada tenga sabor diferente ¿porqué no hacer un concurso para que votemos al hombre mas lindo y mas interesante ¿ Será que no hay suficientes personajes en las obras de Carlos Paz? O será que los hombres han adoptado un papel social que los hace 'los que miran, pero no los mirados’? Creo que podría ser, además de divertido, aleccionador plantearnos estas preguntas sin prejuicios.