5 ago 2008

La desnudez del Gobierno de Córdoba.

¿A favor de quién está el Gobierno de Córdoba? Una de las formas de verlo es relevar algunas de las leyes "fuertes" de los últimos tiempos del tándem De la Sota-Schiaretti.


Adela Coria
Legisladora por el Frente Cívico. Docente de Ciencias Económicas, UNC

María Luz Ezquerro
Mágister en RR.II. Docente Ciencias Económicas, UNC

El miércoles 30 de julio, la Legislatura provincial aprobó por el voto oficialista un ajuste al sistema jubilatorio y, en primera lectura, un aumento del Impuesto a los Ingresos Brutos. La razón invocada por el Gobierno de Schiaretti es que sencillamente el Gobierno nacional, desde fines de 2007, no envía los fondos que corresponden.

El discurso oficial apunta a culpar al Ejecutivo Nacional silenciando un problema que el “sentido común” anunciaba desde hace tiempo. Se inscribe en esta nueva manera de vaciar los acontecimientos de sentido y a los hechos, reducirlos, sin memoria, volverlos ahistóricos.

Pequeño detalle, olvidarse de toda la trama de acciones y complicidades llevadas a cabo para armonizar la previsión cordobesa con la nacional desde 2001 a la fecha. Esta deliberada lisura que omite una compleja realidad a la que los cordobeses se fueron adecuando no se puede pasar por alto. Tanto minimalismo esgrimido atenta contra todas las capas de la política y, una vez más, la bastardea.

Fue interesante la exposición de razones de todo el arco opositor, con mucho detalle de cifras a las que no es preciso aludir ahora, pero lo mejor estuvo dado en hacer entender más allá de que estamos en un momento crítico, que hace falta mucha más imaginación para resolver emergencias con políticas sustentables y gente seria puesta a resolver de un modo integral la matriz de ingresos y egresos de la economía cordobesa.

Y es aquí donde vale la pena detenerse para hacer una enumeración de cuestiones que vienen dándose en Córdoba, que en conjunto, como un “combo”, revelan la continuidad de una reconfiguración de poderes que significó el nuevo estado delasotiano, que no se dicen y conspiran certeramente contra la ominosa e inequitativa distribución de ingresos de la Provincia.

Las señales del Gobierno. ¿A favor de quién está el Gobierno de Córdoba?

Una de las formas de verlo es relevar algunas de las leyes “fuertes” de los últimos tiempos del tándem De La Sota-Schiaretti: 1. La venta a precio irrisorio del Batallón 141. 2. La exención de Ingresos Brutos, Inmobiliario, Sellos y consumos eléctricos de grandes empresas de telecomunicaciones y software. 3. La venta de cárceles provinciales (otra vez la memoria olvidada). 4. La posibilidad de endeudar más a la Provincia por 500 millones de dólares. 5. Las mismas exenciones (privilegios) a las tres automotrices Iveco, VW y Renault. 6. Un golpe a las jubilaciones. 7. Otro a la pequeña y mediana empresa con el aumento de II.BB. 8. Lo que vendrá.

Sin comentarios. O mejor sí, y sólo sobre una arista del impuestazo: aumentar la carga de Ingresos Brutos a las Pyme –que inevitablemente implicará impacto en el consumo y latente desocupación– en un contexto de apertura de mercados, un escenario globalizado que desde el Pacto Fiscal de 1993 recomienda su eliminación (por inequitativo y distorsivo), siendo que proveen aproximadamente el 70 por ciento del empleo privado, es de una torpeza de tal magnitud que jamás se sostendría en ninguna cátedra de Derecho Fiscal de nuestras universidades.

Otra forma de analizar a favor de quién está el Gobierno es poner la atención en lo que no se hace; por ejemplo, que no se revalúan propiedades urbanas y rurales desde 1993. No podemos olvidar tampoco el “dejar hacer” con la recaudación de impuestos al Estado en manos de Kollector, dato interesante para ciudadanos desprevenidos.

La tercera forma que se nos ocurre, es mirar qué hacen otros gobiernos provinciales. Sin ir más lejos, la semana pasada la Provincia de Buenos Aires aprobó con el apoyo no sólo del oficialismo sino de radicales y radicales K un nuevo esquema tributario que asegura la progresividad del mismo. Las empresas que pagarán Ingresos Brutos serán las que superan los 60 millones de pesos en ventas; el uno por ciento de los comercios tributará 3 por ciento ya que el 99 por ciento queda exento, y fundamentalmente se corrigen asimetrías y se prioriza el cuidado a la cadena de valor agroalimentaria.

Por último, aunque correspondería con esto prologar todo análisis de la economía cordobesa, el tema de la deuda pública incrementada formidablemente desde 1999, de 3.100 millones de pesos en valores corrientes a 12.000 millones de pesos (¿?) a la fecha. Acudimos a los análisis de Salvador Treber, que viene alertando sobre el manejo de los presupuestos provinciales, acusado siempre de tremendista, y que refiere a los dibujos de la “contabilidad creativa” y los agujeros negros donde se ocultan desfinanciamientos crónicos; no sólo la Caja de Jubilaciones, sino Banco de Córdoba, Apross, Lotería de Córdoba.

La “reinvención” del Estado proclamada por la leyes del delasotismo o el “Nuevo Estado” es un verdadero bluff, que se cae a pedazos y que cuesta cada vez más sostenerlo con embustes.

Como en un cuento de Andersen. Hans Christian Andersen construye en el cuento El traje nuevo del emperador una genial parábola sobre lo políticamente correcto y un brillante diagnóstico sobre la estupidez y la mentira, cuya actualidad es innegable.

La historia cuenta que dos pícaros convencen al emperador de que pueden tejerle un traje con una tela maravillosa que sólo verán los inteligentes; es decir, para los tontos será invisible. Obvio que durante la confección nadie ve la tela, ni el emperador ni los que lo rodean, pero ninguno quiere pasar por tonto y fingen admiración ante el supuesto traje y alaban el supuesto ropaje.

Llega el día del estreno del traje y el emperador sale acompañado de toda su corte que lo elogia profusamente, jamás reconociendo que no ve nada, hasta que un niño muerto de risa grita que el emperador va desnudo. Imaginad que toda la plebe cae en la cuenta burlándose y rechiflando el supuesto traje de inteligentes. A veces, hay que reconocerlo, la gente es así: te quiere y te alaba y enseguida te sepulta con el mismo entusiasmo.

De todas formas, el emperador, aunque consciente de su tontería (que no reside en no ver sino en pretender ver) decide aguantar hasta el fin. Con paso majestuoso y completamente en cueros continúa su camino mientras, a su espalda, los ministros, chambelanes y cortesanos siguen detrás, obedientes, sosteniéndole la cola con todo respeto.

Eso, todo el respeto que se le está faltando al pueblo.

© La Voz del Interior

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