24 mar 2009

Festival solidario 'Sumemos todos por un lugar'

Adelantar o no adelantar ¿ésa es la cuestión?
Sumar y colectar, éstas no son las cuestiones.
Parecería que es un escándalo adelantar elecciones. Para quienes venimos sosteniendo que hace falta tener un calendario electoral fijo y que no nos suceda lo que en 2007, cuando a menos de dos meses de las elecciones provinciales en Córdoba teníamos, al menos, cuatro candidatos peronistas haciendo campaña ( Accastello, Campana, Di Cola y Schiaretti) y a un gobernador que especulaba con la fecha de la elección para que el resultado provincial no fuera afectado por el municipal o el nacional, hace falta tener certidumbres.

Sin embargo, creo que hay un elemento al que nos hemos acostumbrado y no deja de asombrar en otras latitudes: la multiplicidad de candidaturas del mismo partido político. Esta peligrosa innovación institucional, relacionada con la fragmentación del PJ, que tuvo inicio en 2003 cuando tres candidatos peronistas se presentaron a competir para ser presidentes, se sigue repitiendo en diversas maneras. O compiten los Frentes, Uniones, y Todos.. que llevan todos candidatos que reivindican el mismo ideario, o tenemos tan insólito como mas grave: las sumatorias, colectoras o acoples. Especie de cooperativas de candidatos que se van organizando en torno al que tenga mejor puntuación en encuestas y que acepte tener varios ‘colgados’ de su cara.

Como recordábamos en este lugar el 28 de junio de 2007, las alianzas surgieron de la necesidad de partidos afines de asociarse en un momento, acordar cómo se repartirán las responsabilidades y beneficios. Esta figura sirve para una sola elección, en la que los partidos aliados diseñan una propuesta (candidatos), la denominan Alianza X (Unión por Córdoba o Frente Cívico) y en esta sociedad que constituyen pierden provisoriamente los nombres de cada partido constitutivo de la alianza. El elector vota una alianza que incluye al partido con que simpatiza.

La sumatoria se diferencia en cuanto permite que el partido A ( digamos PJ ) que se sumará al B (digamos Frente para la Victoria), diseñe su boleta con los nombres de los candidatos del partido B (FPV). El candidato del Partido B (FPV) se llama Fulano (digamos Campana), pero gracias a la sumatoria, el candidato del partido A (PJ), también se llama Fulano (Campana). Si es una sumatoria de más de dos, todos los demás partidos harán lo mismo, todos incluirán en su boleta a Fulano como candidato. En Córdoba, pareciera que el gobernador Schiaretti promueve una estrategia abiertamente contradictoria con su retórica defensa de la reforma política. Olga Riutort, Marcelo Falo, Grahovac, Mondino, etc, podrían ir en diferentes boletas ( digamos C, D, E, F) sumando con la boleta de senador del partido B (supongamos que Campana). El elector, digamos un simpatizante del PJ, se encontraría en el cuarto oscuro con la boleta del Partido A con el que comulga. Muy bien. Igual hacen los electores del partido B, C, D, E, y F. Sin embargo, todos están votando al mismo Fulano por obra y gracia de la sumatoria. Ni hablar si esta estrategia se amplía hacia agrupaciones con personas originarias de otros partidos. Ya no hablaremos mas de partidos políticos sino de festivales solidarios. Ponga su voto en cualquier canasta, seguro que viene bien, no importan qué partido sea ni qué idea quiera UD. promover.

Antes de la noticia del adelantamiento de las elecciones nacionales teníamos versiones de lo que sería el festival de boletas en el cuarto oscuro: Teodoro Funes y Chiche Araoz estaban organizando una lista peronista apadrinada pro Rodríguez Saa y Macri. Recordemos que Rodríguez Saa hizo buenas elecciones en Córdoba en 2003 y 2007. Boleta peronista nº 1.

Schiaretti aún no decidía a fines de la semana que pasó pero admitía, según un matutino de esta ciudad, que ‘el peronismo pondría tres listas’ para juntar en tres canastas. Boletas nº2, nº3, nº4.

El ARI suponemos que presentaría lista, al igual que Juez ( con o sin la UCR) y Giacomino quien ha expresado que su espacio, Convergencia, decidirá durante esta semana que empieza. Boletas nº5, nº6, nº7, y nº8 (dependiendo si la UCR va en lista separada)

Este racconto permite anticipar que este año tendremos un día de votación largo y cansador, pero no solo por la cantidad de boletas distintas que tendremos que revisar antes de ensobrar ( cosa que se evitaría con la boleta única que a nivel nacional no se ha implementado) sino por una razón mas peligrosa en términos de calidad democrática: tendremos el temor de no saber si distinguimos bien las leyes que van a votar los candidatos que elijamos porque ellos mismos no lo saben, porque ellos mismos se agruparon a tontas y a locas, para juntar mas huevos en la canasta sin cuidar la idea democrática de partidos que agrupan preferencias sobre temas centrales.

Preguntas planteadas y aún sin respuesta

¿La sumatoria genera más votos totales? ¿Rinde más votos que una alianza? ¿O será que resulta más conveniente no comprometerse con otro partido en alianzas que después son costosas? El dinero que el Estado destina a los partidos por los votos obtenidos ¿es asignado de modo diferente? ¿Cuál es el rol de los partidos políticos si se generaliza el mecanismo? ¿Para qué querrían los partidos diferenciarse y elaborar propuestas si conviene más sumarse a uno con chances de ganar? ¿No se considera problemático que el elector vote a un partido mientras está votando por los candidatos de otro?

Pidamos a nuestros representantes coherencia. Son ellos quienes a nivel provincial elaboraron dos leyes dentro de lo que se llamó la reforma política. La mas repetida de esas modificaciones fue la prohibición de la sumatoria ( a nivel provincial, claro, porque la ley no puede prohibir un mecanismo en una elección nacional) ¿Será que Schiaretti piensa que la sumatoria es mala en Córdoba para elegir gobernador pero es buena para elegir diputados y senadores nacionales?

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