Aunque muy auspicioso el nivel de interés sobre la reforma política, es bueno ser prudentes y no cargar tanto la mochila porque si a la idea, casi mágica, de una reforma salvadora le sumamos algunas inexactitudes, llegaremos agotados por el peso de las expectativas irrealizadas y no será un acampar feliz.
Entonces, empecemos por las inexactitudes. Las listas sábanas y las boletas sábanas tienen algunos atributos comunes, como la sábana y el mantel, ambos de tela. Pero no son lo mismo y lo que es más importante, remiten a discusiones muy diferentes.
La lista sábana implica el modo de agrupar en un papel una lista larga (y grande como una sábana) de candidatos a cargos legislativos que pueden ser diputados nacionales, provinciales o concejales. Uno no puede modificar el orden , si Fulano está primero pero a mi me gusta mucho mas Mengana que está octava, no puedo mas que votar el bloque, la lista está ‘cerrada’ y no permite cambios. Para ello hay proyectos e incluso hay una ley que no está reglamentada aún sobre preferencias. El sistema de preferencia permitiría cambiar el orden de los que figuran en la lista, algo que tampoco es neutro como mecanismo: en Brasil las listas son abiertas y se generan campañas internas, en las que los candidatos de un mismo partido compiten entre ellos por obtener un mejor caudal de votos y por lo tanto un mejor lugar en la lista.
Pero la discusión mas relevante de la lista sábana es la que plantea que no se conoce a quien se vota, que ‘se esconden personajes oscuros, que decide el partido, que resultan elegidos porque no hay mas remedio, etc. La alternativa a esta situación el sistema llamado uninominal (es decir un nombre) en el que se vota por un solo candidato a legislador en cada distrito y así se conforma la cámara o el parlamento de que se trate. Imaginemos: para que Córdoba tuviera sus nueve diputados en el congreso de la nación estas elecciones pasadas, la provincia debería haber sido dividida en distritos o secciones según cantidad de población y cada distrito elegiría un diputado. Votaríamos en el distrito capital por el candidato A de un partido, o por el candidato B o por el C. De este modo, el candidato que ganara por la Capital,- supongamos A- eliminaría la posibilidad de entrar al que salió segundo y se integraría a la cámara de diputados con el ganador de otros distritos.
Las democracias del mundo eligen entre un sistema proporcional o uninominal. ¿Qué importancia tiene esto?
La proporcionalidad significa que la lista que mas votos obtiene gana mas bancas, pero la que sale segunda, la primera minoría, también accede a un número de bancas. Así, las voces de los que perdieron también están representadas. El sistema uninominal, que se usa en muchos países, por ejemplo, en EEUU, no permite la participación de las minorías. El que gana se lleva todo, the winner takes all.
Por lo tanto, decir que queremos reformar las listas sábanas porque no nos gusta votar una lista de gente desconocida es decir que queremos pasar al sistema uninominal y que aceptamos que quien gane se llevará todo. Cuando nos toque estar ente los simpatizantes de las minorías, entenderemos las consecuencias en la representatividad que tiene un sistema uninominal.
Por otro lado, la boleta sábana remite a la forma del papel que usamos para ir a votar: un chorizo de papel donde se despliegan candidatos a ejecutivo y legislativo de distintas jurisdicciones (recordemos que el 2 de septiembre de 2007 la boleta tenía 6 partes). Es una sábana en el sentido que están cosidos en una misma superficie todos los candidatos, otra vez un pedazo grande de papel, aunque grande a lo ancho y que si queremos combinar un candidato a presidente a un candidato del partido A con diputados del partido B tenemos que cortar la sábana, la boleta.
La boleta única o australiana desarma las ataduras entre candidatos para distintos cargos, y no se genera una modificación en el sistema de representación, que sigue manteniéndose proporcional. La adopción de la boleta única en reemplazo de la boleta sábana garantiza un voto independiente para cada candidato/ partido de parte de cada ciudadano. Cabe aclarar que, no obstante ello, la sumatorias pueden colarse en la boleta única. Es decir, que solo se garantizar una elección por candidatos y partidos si la boleta única se adopta y también se prohíbe mas de un candidato por cargo electivo por partido.
Es menester diferenciar los términos para considerar cuales son las implicancias de las reformas para nuestra democracia.
valeriabrusco@ciudad.com.ar
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